Dos Hembras en VillaMacho - Cap. 1
Fecha: 17/07/2020,
Categorías:
Sexo en Grupo
Hardcore,
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... estirarlo. Desde aquella perspectiva, Sandra veía todo el tronco cubierto por la goma, pero su propio monte venus ocultaba que el preservativo se había roto, quedando el glande y el prepucio al descubierto. Era el propio extremo de su polla el que acariciaba su coño. La cintura de Sandra era fuego, contoneándose como si hiciese un baile en el vientre. La quería dentro…— ¿Vas a aguantar más? -preguntó él antes de que la mano femenina volviese a agarrarle el miembro. Por suerte Sandra lo agarró por el tronco y no por la punta, sin darse cuenta de que se había quebrado.— Un poco más…— Estos condones se rompen muy fácil… ¿Qué harás si se rompe?— Da igual que se rompa… No vas a meterla.— La estoy metiendo… -susurró él con voz melosa, mirándola a los ojos.— Aún no… -le contradijo pajeándolo, ya podía notar su glande presionando contra el orificio de entrada.— Entonces te da igual que se rompa -inquirió mientras la abrazaba, pegándole la boca al oído. Hablaban susurrando.— Si se rompiese… -musitó-… te haría parar.— Me dijiste que me ayudarías a desahogarme.— También le dije a mi marido que te dejaría con las ganas. Y quiero hacerlo.— Pero también quieres hacerlo… -Sandra no respondió, lo miró hipnotizada a los ojos-. ¿Te gusta como mi polla besa tu coño?— Me encanta… -reconoció-. Vamos a parar ya…— ¿Y cómo se sentiría si la metiese justo ahora? -dijo esto mientras empujaba un poco hacia adelante, su glande se introdujo unos milímetros hacia dentro mientras ella intentaba frenarlo ...
... con la mano.— Se sentiría muy bien -confesó mientras ahogaba sus propios gemidos-. Demasiado bien.— ¿No me vas a parar? Si no lo haces voy a romperte el coño.— Un poco más… Y paramos -otro empujón de caderas, un par de centímetros más que se metió su glande.— Creo que se ha roto el condón…— No me digas eso… -Sin dejar de mirarse besaron, ni con fuerza ni delicadeza, fue un intercambio de saliva pasional. Un par de centímetros más accedieron dentro; ya estaban dentro tanto el glande como el prepucio.— Está roto -aseguró esta vez mirándola a los ojos-. ¿No vas a pararme? Si no lo haces toda mi polla acabará dentro.— Un… -puso los ojos en blanco mientras le arañaba la piel-… un poco… más.Un gemido desgarrador llenó la habitación cuando, de un solo empujón, metió los veintiun centímetros de polla hasta chocar contra su cérvix.— Tienes razón… La boca de ahí abajo tenía mucha hambre. Me ha comido toda la polla.Sandra, catatónica de placer, tenía todo el cuerpo paralizado y tenso.— No gimas tan alto -le advirtió mientras hacia retroceder sus caderas antes de clavarla hasta el fondo. Un chapoteo húmedo demostró lo fuerte que habían chocado sus muslos y sus entrepiernas-… Que te va oír tu marido -La avergonzada mujer se tapó la cara al tiempo que, sin éxito, intentaba disimular sus gemidos-. Tu marido va a oir lo perra que eres y como te gusta que te den bien fuerte.El aludido veía como aquel monstruosamente largo cilindro de carne perforaba a su mujer mientras este manoseaba sus tetas. ...