Dos Hembras en VillaMacho - Cap. 1
Fecha: 17/07/2020,
Categorías:
Sexo en Grupo
Hardcore,
Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster
... con pastas- No he añadido nada al café, ni la leche ni el azúcar. Le he traído leche condensada por si es de su agrado; sírvase usted misma.Sandra no contestó, metió en el café dos tarrones de azúcar y un poco de leche, además de la leche condensada y esperó.— Creo que ya nos conocemos lo suficiente como para tutearnos.— Así es -replicó con una educada sonrisa. No apartó la vista, a pesar de ser intimidada por ella. Aquel hombre le producía una extraña sensación.— Sandra -musitó el nombre de la milf, saboreando ambas sílabas. Hizo una pausa antes de continuar-. ¿Has pensado en lo que te dije?— Es… Tentador -confesó sin mirar a ninguna parte. Absorta en sus pensamientos. Agarró la cuchara y la metió en la taza para remover su contenido.— Entonces… -sostuvo sin continuar, invitándola a llevar la iniciativa de la conversación.— Creo que… me vendría bien hacerlo -Sandra soltó una risita antes de agarrar la taza y llevársela a los labios, mirando fijamente a su interlocutor.A Andres le creció la polla bajo el pantalón, le encantaban aquellos juegos de indirectas; sobretodo cuando la otra persona no entendía el verdadero significado de sus propias palabras. Sonrió en consecuencia, agarrando y sorbiendo el líquido de su tazón.— Me alegra encontrar una compañera de ejercicio. En este pueblo no hay gimnasio; una pena.— Podrías ir Sexopolis.— Cierto, y agarrar el coche para tantos kilómetros, solo para ir allí a entrenar -explicó mientras agarraba una pasta y la mordisqueaba. ...
... Además… Está Satur, no puedo dejarlo solo -``Claro que puedo, autista pero no imbécil, ya ha demostrado que sabe hacer sus rutinas solo sin que le tenga que ir detrás´´ pensó mofándose en su interior.— Por una pequeña suma, yo puedo encargarme de vigilarlo. Así mataría dos pájaros de un tiro -propuso la madurita caminando peligrosamente entre la broma y la seriedad. A Andres no le interesaba el rumbo de aquella conversación.— ¿Y para qué voy a recorrer tantos kilómetros en coche, pudiendo entrenar aquí contigo? Nos ahorraríamos tiempo y mataríamos tres pájaros de un tiro.Sandra bebió el último sorbo del café antes de continuar la conversación.— Me propusiste hacer ejercicio como correr y estiramientos pero… No especificaste nada más. Ni qué tipo de ejercicio -añadió. La curiosidad le picaba, no la desconfianza. Realmente era totalmente opuesta a su hija.— Un poco de todo -atajó restándole importancia-. Un poco de futting por la montaña, yogas, pesas, máquinas…— Pero si aquí no hay gimnasio -le interrumpió riendo.— No hay gimnasio, pero yo tengo mi propia zona de ejercicio.— ¿Ah, si? -La madurita alzó una ceja soltando una risita condescendiente-. Me gustaría verla -Instantes después se encontraban ambos en un garaje modificado otro edificio independiente. El coche estaba metido, pero también había plataformas para entrenar diversas partes del cuello, entre ellas brazos y piernas, lumbares, y abdominales, hombros y un montón de pesas apiladas en el suelo.— Vaya… -musitó asombrada ...