1. Dos Hembras en VillaMacho - Cap. 1


    Fecha: 17/07/2020, Categorías: Sexo en Grupo Hardcore, Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... contra el asiento del sofá-. Tienes que levantar un poco las caderas -la guio intentando evitar palabras mal sonantes o que la sacasen de su trance. Todo debía ser muy inocente y que no llevasen a la malinterpretación-. Tu espalda tiene que convertirse en un tobogán -mientras hablaba con voz calmada ponía la palma de su mano contra la tira del tanga del bikini y la hacía resbalar a lo largo de la columna. La felicitó por hacerlo tan bien, y mientras con una mano realizaba el ejercicio del descenso, con la otra tanteaba como iniciar el movimiento que acabaría metiéndolo entre aquellas piernas-. ¿Notas como resbala la mano? -preguntó clavando sus dedos entre la tira elástica y tirando de ella, haciendo que se le metiese entre las nalgas y, por extensión, entre su lubricado sexo.— Ahhh… Sí, lo noto -Sus caderas se movían a un ritmo muy lento y suave de un lado a otro. Andres posó su mano libre sobre la cadera de ella y la acarició, como si fuese una yegua a la que pretendía dominar.— Sí… Nota como resbala -la provocó con la voz mientras sus dedos afianzaban la correa que tenía ella como bañador y tiraba más de ella. Otro gemido ensució la tranquilidad de la estancia. Andres bajó la cabeza con sutileza y pudo observar como el hilo estaba totalmente metido entre los labios externos de su vagina.Con una mano se sacó la polla y se la meneó con suavidad. Soltó la tira para agarrar uno de los condones y romper su envoltorio, colocándoselo prácticamente al instante. El condón tenía ...
    ... estrías de goma; estaba seguro de que la iba volver loca… Quizá después de unas cuantas folladas podría follársela sin condón… Lubricó el condón con el aceite, y, cuando Sandra levantó la cabeza para preguntar qué estaba haciendo y por qué había parado. Su masajista volvió a hacerle empotrar la cara contra la colcha, esta vez sin dejar de aplastarle la oreja con su mano. No iba a dejar que levantase cabeza; pero Sandra se movía como su fuese un pulpo, con la cabeza fija pero sus extremidades bailando como si no pudiesen estar quietas.— Andres… -suplicó sin decir nada más.— Relájate… Vamos a repetir el ejercicio de hace un momento. La cabeza bien abajo y el culo bien arriba -dijo esta vez poniendo su mano entre el ombligo y el muslo, ella obedeció, y él posó aquella misma mano en su espalda haciendo que se pronunciase todavía más el tobogán que formaba. Después agarró la tira y la separó a un lado, dejando por fin el excitado coño a la vista. Sus piernas y nalgas temblaban, como si fuese una cerda a la que llevan al matadero… Y Sandra iba a morirse, pero de placer.— Andres, no… -suplicó esta vez más alto y convencida. ``Aún se resiste esta perra´´ meditó impresionado de su fuerza de voluntad, pero ya era demasiado tarde. Se puso de pie, con un pie apoyado en el suelo y otro en el asiento del sofá. Con la polla balanceándose frente al coño abierto y expectante. El temblor fue en aumento, y mientras se prometía devorar aquellas nalgas antes de que ella se fuese a casa, dejó de ...
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