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(5) Los amores de Ana Etxeberria
Fecha: 18/07/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Mister Neron, Fuente: CuentoRelatos
8 No es que hiciese horas extras en la comisaría. Simplemente que la oficina la consideraba su hogar. Nadie le esperaba para cenar, ni familia, ni hijos, ni novia. Para César Balaguer su vida era su placa y su trabajo. Por eso seguía en su despacho pese a ser medianoche. Tecleaba en su ordenador mientras se tomaba un café bien cargado de cafeína. -Hey –entró el inspector Aparicio-. Me voy a casa. Y tú deberías de hacer lo mismo. Ya es tarde. -Tengo papeleo atrasado. Una hora más y me largo. -¿No has visto el paquete? -¿Qué paquete? -Si ordenaras la mesa lo habrías visto. Venga, hasta mañana. Con la mano, el inspector Balaguer retiró de la mesa papeles arrugados, restos de comida china y un sin fin de lápices, gomas y bolígrafos desperdigados. Es cuando vio el paquete. Venía a su nombre. Y sellado en Málaga. En el remitente solo ponía CAJAHUECA. Totalmente extrañado, el inspector Balaguer lo rasgó para abrirlo. Venía un DVD regrabable. Luego unas fotos sangrientas del cadáver de Sonia Martorell y una segunda chica sin identificar. El inspector Balaguer era consciente de la gravedad del asunto. Además, venía una nota impresa a ordenador: Para el inspector de homicidios César Balaguer de la Vega. Soy Cajahueca. El destripador de putas en el campus de Teatinos de Málaga. Ya van dos y llegarán más. Deseo que usted lleve el caso. Su ficha es intachable y le admiro. La pregunta es: ¿Podrá cazarme antes de que raje a otra zorra universitaria? Ya ...
... veremos de qué pasta está usted hecho, inspector. -Joder… El inspector Balaguer hizo una llamada a su ayudante Leo Martínez. -César, ¿sabes qué horas es, joder? Me has despertado. -Mueve el culo y vente para la oficina. Es urgente. -¿Qué sucede? -Aquí te lo cuento. Te quiero ver aquí en 15 minutos. –Y colgó. Lo siguiente que hizo fue visualizar el DVD. En el reverso de la funda venían cuatro nombres escritos: Ana Etxeberría. Belinda Wellington. Martina Benavent. Carolina Torres. Colocó el DVD en el lector de su portátil y enseguida apareció en pantalla un video casero rodado en la habitación de una residencia universitaria. Hay cuatro estudiantes desnudas y burlándose de un chico tripón, velludo y con una caja de papel encajada en la cabeza con dos ojos y una sonrisa pintorreados delante. El chico panzudo y de unos 22 años estaba empalmado y el juego consistía en cuales de ellas se la chupaba. Si fallaba era atizado en las nalgas con una fusta. Las chicas eran muy traviesas y trataban en todo momento que el chico se equivocara para el fustazo. Incluso cuando el chaval acertaba ellas mentían y decían que no. Una a una iba chupándosela con el consiguiente azote. Así durante 8 minutos hasta que el chico no puede más y eyacula frondosamente ante el aplauso de ellas. Durante todo el rodaje las burlas, las risas y las palabras lascivas eran el predominante. -Hola –entró a paso ligero el ayudante Leo-. ¿Qué es eso tan importante que no puede ...