soy una perra en brama - Relatos Eróticos

soy una perra en brama

Soy una chica de 22 años, bajita, de piel morena clara, de complexión semi-delgada, lo que más destaca de mi, a primera vista, es mi culo altivo y grande con mis piernas y muslos bien torneados, mis tetas son medinas aunque más pequeñas que grandes, eso sí, siempre he tenido unas areolas cafés muy grandes de mujer embarazada y un par de pezones duritos y bien paraditos.Hasta hace tres un años y medio yo era virgen, aunque desde que tenía 13 o doce años me masturbaba con frecuencia :oops: , ya fuese poniendo entre mis piernas la cabeza de un muñeco y apretándolas mientras hacia un movimiento de caderas para frotarme el clítoris en tanto veía alguna película de esas que pasan para adultos por las noches en la tv, también recuerdo la primera vez que froté salvajemente mi clítoris y me salió tanto flujo que pensé que me había orinado aunque a juzgar por el olor, me pareció que no era realmente eso, pero fue por esa razón no volví a hacerlo hasta después.Siempre he sido una niña bien portada, incluso seria, los chicos de la secundaria y la preparatoria me parecían tontos y en general, la mayoría de los hombres no despertaba mi más mínimo interés hasta conocí a mi futuro esposo, un español de 35 años (ahora, de 38), alto y barbaudo, que es dueño de un bar de comida española. Cuando terminaba mis clases me iba a comer ahí, al principio iba con mis amigos, pero en cuanto noté como él me sonría y se me quedaba viendo dejé de ir con ellos y me escapaba para sola. Así, él me hacía ...

... la platica y a mí me encantaba escucharlo porque su forma de hablar me excitaba tanto, al grado que notaba como mi humedad iba escurriendo por mi rajita hasta mojar mi tanga, creo que él lo notaba o lo olía, porque me decía cosas más bonitas. Pasaron semanas en las que le vi las intenciones de tocarme o darme un beso, en las que me sugería cosas, pero yo siempre me mostré resistente a ello (aunque moría de ganas de que me follara), cosa que le resultó más interesante en mí.Un día me pidió que fuera su novia, yo fui muy torpe al darnos los primeros besos y me mostraba tímida cada vez que él me tocaba de "más" y le pedía que parara. Un buen día fuimos a la Marquesa (que es un lugar muy bello, un bosque), ese día quería por fin saber lo que se sentía ser mujer, así que me lleve una faldita blanca, una camiseta de tirantes y unos tennis para ir cómoda, ahh y unas braguitas de Kitty :oops: , cuando estábamos caminando por ahí, se me ocurrió pegar un brinco y alzar las manos para sujetarme de una rama y luego de otra más alta, supongo que en eso él vio mis braguitas porque tenía la mirada fija ahí y sonreía, le pedí que me sujetara, así lo hizo: se acercó, puso mis muslos en sus hombros y su cabeza quedó debajo de mi falda, sentí la aspiración de su nariz en mi sexo y acto seguido, abrió la boca y saco la lengua . Ufffff, en ese instante yo solté un suspiro y me siguió dando lenguetazos por encima de mis calzoncitos hasta que bajé mis manos de la rama y las puse en su cabeza, ahí ...