HISTORIA DE UNOS CUERNOS - Relatos Eróticos

HISTORIA DE UNOS CUERNOS

... habia pensado en ella incapaz de quitarsela de la cabeza, la llegó a "odiar", por dejarlo asi, sin mas, cuando él se hubiera conformado como un amigo, solo con verla, escucharla era feliz, pero nada de ello, ella sabía. Ella al estar sentada allí, a los 5 minutos olvido todo, se sentía, alegre sin saber porque, comparó, mentalmente al chico con el animal que le presentó su marido, si fisicamente muy bien, pero le repelía su babosa mirada desde el principio que poco despues, se creyo que ella estaba a la venta, qu era un trozo de carne, que parecía le haria un favor si se acostaban. El la hacia sentir bien, pasó el tiempo volando, para parecia que se habia sentado allí hacia un segundo, allí los dos se daba cuenta ella que tenían mucho en común él ahora solo con ella se destapaba mas intimamente, le decía que desde los 24 años vivia solo, que no tenia ya padres, habian muerto, con las mujeres, pues, no sabia que decir, pues, nunca habia encontrado una chica, se habia acostumbrado a vivir solo, ella pensaba que tambien hacia años estaba sola. Se fueron de allí, mas de tres horas despues, él pensaba volvería ella a casa, ya era el mes de junio, verano, caminaban hacia los aparcamientos, cuando ella le dijo para ir a tomar algo a la playa, él se sorprendió, aceptó, fueron a un chiringuito, aun no estaba el apogeo del verano ni mucho menos, hasta julio, asi que estaba solitario, apenas 6 u 8 clientes, se sentaron con una copa, siguiendo la charla, las risas, ella, se sentía ...

... como no hacia muchos años, ahora, pensaba, en cierto modo él podía perder la verguenza, tirarle directamente los tejos, ella era quien habia dicho venir aqui, sin embargo, veia que él seguia igual, mantenia la compostura, la educación la distancia, incluso podria usar como se conocieron y ni por esas y eso a ella le gustaba, volvieron a pedir otra copa, cuando ella le dijo a él que la pusieran en vasos de plastico, quería ir a la playa beberla allí, le dijo que fuera al coche, de él sacó ella dos toallas, allí tenia todo en el maletero sombrilla sillas y las toallas, bajaron a la playa, se colocaron a la bajada de las dunas, en la arena cubierta por altos hierbajos, pusieron las toallas se sentaron bajo la noche y charlaron. El, alli sentado junto a ella, estaba excitado, aunque sin atreverse a nada, veia sus muslos, seguia su conversación a la vez, pero sentía unas irrefrenables ganas de intentarlo, hasta que su mano dubitativa, a la vez su cuerpo temblaba, acarició levemente su muslo, ella sintió la caricia y miró la mano de él, la veia suave en su muslo, levantó su mano y la posó sobre la de él, moviendola ahora sobretodo el muslo, él ante aquello, su mano entró bajo el vestido siguió todo el muslo ya sin la mano de ella, llegó hasta el elastico de su braga, lo tocó una y otra vez ella se tumbó, la mano de él bajó de nuevo al muslo salió del vestido, escuchaba la alterada respiración a la vez perfectamente sentia como el cuerpo de ella temblaba, fue lentamente levantando el ...