HISTORIA DE UNOS CUERNOS - Relatos Eróticos

HISTORIA DE UNOS CUERNOS

... pero ademas, le empezó a llegar, un enorme furor, una calentura incontrolable, siempre habia sido su punto debil, de novios a su marido le gustaba hacerlo y recien casados despues, él fue dejandolo y cuando lo hacia ya él no le transmitia nada, le era indiferente, pero ahora de nuevo, sentir aquello, asi le daba su marido con esa fuerza ni flojo ni fuerte, ahora sentía enloquecer aunque no decia nada solo se dejaba, él le dió un tercero ella dio otro gritito para tragar con mas ansias el glande de él, de repente se vió que él la quitaba de alli, ella quedaba a 4 patas, sin él soltarla, a la vez él se quitaba y se arrodilló quedando las nalgas de ella en un lateral de él, perfecta para su mano derecha. Ella aún no sabía que pretendia él, de repenté, escuchó un fuerte ruido que al instante se transformó en un grito de ella y fuerte pero rapido dolor en una de sus nalgas, quedó dubitativa, sorprendida, le habia dolido, vaya que si, pero al instante sintió un inmenso placer, nada que ver con un orgasmo sino otro tipo de placer, pero igual de fuerte, quedó gimoteando, incapaz de hacer nada mas, sintió como le bajaba las bragas hasta el final de los muslos sin quitarselas, ella seguia a 4 patas, la mirada la sentia perdida veia la playa la linea del agua pero era como si no viera nada cuando recibió un nuevo azote, gritó largamente, esta vez, el dolor se transformaba en inmenso placer y deseo, le habia dolido y mucho, el chico se habia empleado a fondo, ella era incapaz de nada ...

... solo de quedar asi, de seguir ofreciendose, queria sentir mas y más, sintió como le acariciaba las nalgas la mano como las presionaba, sintió los dedos pasar suavemente por su coño, lanzo un largo suspiro, sabia que él estaba sintiendo en sus dedos lo mojada que estaba, ella misma sentia que sus jugos desbordaban su coño, de su boca emanaba un ruido imparable, seguido incapaz de contenerlo, flojo, un nuevo azoté sonó en el silencio de la playa, que ella rompio con su gritó, sus nalgas le dolian pero eso no era nada comparado con el placer, que estaba recibiendo, jamas se habia sentido así. El volvio a voltearla, hasta tumbarla en la otra toalla, terminó de quitarle las bragas, se sentó frente a ella, le levanto las piernas ella era incapaz de detenerlo, de decir nada, se sentía que era de él que él mandaba, vio la enorme polla de él colocarla junto a su coño, se empezó a lubricar con su saliva la polla, puso su mano en la boca de ella, se la paso a su polla pasando la saliva de ella, volvio por segunda vez ella comprendio ya, lleno de saliva la mano de él, se la paso por la verga empezó paseando su glande por el coño de ella ella empezó a gemir de nuevo, estaba mojadisimo, empujo el glande sintió como el coño de ella se iba abriendo para la entrada de su verga, ella dio unos grititos, él empujaba, le entró, dio un suspiro él al meterle el glande ella unos grititos, siguió empujando con lentitud, mirando la reacción de ella, que si gritaba mucho paraba él. Estaba excitadisima, al ...