El Intruso capítulo 1 - Relatos Eróticos

El Intruso capítulo 1

... en dos por la verga enorme de mi compadre me hiso enloquecer, pegué mi boca a la raja y pase mi lengua por ella, sentía el sabor a pantaleta de algodón, ella puso sus manos sobre mi cabeza al sentir que yo la estimulaba con mi lengua ‐ Mi amor ¿qué tienes? ¿Por qué haces eso? Aaahhh No conteste solo oprimí más mi lengua sobre su raja y logre arrancar un pequeño gemido de placer, imaginé como mi compadre la haría gritar con enorme lengua, no sé porque eso me animó más y con mis dedos desplace la pantaleta hacia un lado y metí mi lengua ‐ Aaahhh mi amor, ¿Qué haces? ¿Por qué ahorita? Espérate a la noche, no vayan a entrar los niños aaahhh No me detuve, normalmente le pediría permiso para hacerlo, pero ahora no lo hice, no me detendría por nada, la tenía a mi merced, ella abrió más las piernas, no sé si era por mi cunnilingus o talvez ella se excitaba pensando que yo mamaba su raja después de que un semental se la cogiera bien y bonito. ‐ Aaahhh si aaahhh mi amor, que rico siento aaahhh Ella encorvo sus piernas para poder poner su cadera más hacia adelante, yo chupaba como nunca en la vida, metía y sacaba mi lengua, le estimulaba el clítoris con ella y después se lo chupaba con ferocidad, ella ya movía sin disimulo sus caderas, era como ella me estuviera cogiendo a mi ‐ Aaahhh aaahhh Mas gemidos de placer salían de su boca, por cómo se movía podía adivinar que tenía los ojos en blanco y la cabeza volteada al cielo, me sentí orgulloso de arrancarle un orgasmo al menos con mi ...

... lengua; ella de repente se movió muy rápido, tanto que me cortaba la respiración sus gemidos empezaron a crecer y a retumbar por toda la cocina, a pesar de la asfixia mi lengua nunca se dejó de mover, de repente para mi asombro una gran cantidad de flujo vaginal salió de su raja, incluso libero algo de orina, lo sentí en mi lengua mientras machacaba su clítoris con ella. ‐ Ay mi amor, aaahhh no dejes de mover tu lengua, ay si así aaahhh Sentí convulsiones en s cuerpo y ni se diga en su vagina, sus movimientos poco a poco cedieron y sentí como se fue relajando, separe mi boca de su raja y antes de salirme bajo su falda le di un besito como si fuera una boca normal. ‐ Mi amor ¿qué me hiciste? ¿por qué ahora? ¿Pues qué hiciste en tu trabajo? Me puse de pie y con el dorso de mi mano limpie el exceso de moco vaginal, pero después lamí saboreando el sabor a orgasmo. ‐ De verdad dime ¿qué te pasó?—preguntaba Carmen acomodándose la falda ‐ ¿No te gusto? ‐ Si mucho, pero me desconciertas, ¿por qué ahorita?—su mirada era pícara y divertida ‐ Salí temprano de mi trabajo y vine a la casa, vi el carro de mi compadre Arturo, me acerque por la ventana lateral y te vi con él en el sillón No supe porque lo dije, las palabras salieron solas de mi boca de una forma rápida y tranquila, no pude controlar el decirlo, mi mujer palideció y sus ojos se abrieron como platos ‐ Yo… no… este, déjame explicarte… mira… yo No pudo hablar más, los gestos de puchero aparecieron en su rostro lo mismo que unas ...