PROFESOR ENSEÑA EL CULO II - Relatos Eróticos

PROFESOR ENSEÑA EL CULO II

... muslos llenos de pelo, y una verga chiquita, pero gruesa, gorda, nada apetecible; empecé a quitarme la ropa, la parte de arriba primero y él se entusiasmo con mis pechos en punta : Dtor: déjame besarlos… Yo: despacito nunca lo han hecho Dtor: Si, tu no te preocupes, yo sé romper pitos. Yo: otra copita para entrar en calor Dtor: si si Comencé a tocarle la verga ya parada y no era gran cosa, lo empecé a masturbar y el estaba feliz Yo: otra copita Dtor: Si, pero déjame mar tus tetas un ratito, YO: está bien pero un chiquito nada mas Dtor: Si mamaba mis tetas y yo lo corría su pajita gorda, fuerte fuerte hasta que se moja de leche mi mano y él se queda echado y dormido, como dijo la mujer. Yo aproveché para hacerle la higiene de ese viejo y lo deje dormir buen rato. Cuando despertó, dos horas después YO: Estuvo rico dtor, mi primera vez fue maravillosa, hoy conocí un hombre de verdad Dtor: Si a mí también me gustó, tenias el culito muy apretadito, pero cada vez será mejor Yo: si ya quisiera que fuera pronto, ahora tenemos que irnos, sino su esposa se dará cuenta Dtor: Si si tienes razón; toma lo acordado, y en el carro tengo algo para ti, para que lo exhibas la próxima faena; cuando llegamos a su carro me dio el paquete, era lencería y un vestido de colores; primer encuentro ganado. Cuando volví a casa todo estaba ordenado y como lo planificamos. Los días siguientes fueron muy tranquilos, al dueño se le veía contento y la señora también, se siguieron viendo en mi departamento y ...

... yo seguía con el viejo director, aplicando las mismas técnicas y él muy seguro suponía que me había cachado; ahora yo había aplicado otras mañas; coloqué una videograbadora en mi cuarto para seis horas, para grabar todo lo que allí pasaba, y otra llevaba conmigo para hacerlo con el viejo; y lo que descubrí con la de mi casa, fue fabuloso, esa señora era toda una artista con la chucha, y la mamada, por eso Pepe no quería dejarla, mucho morbo y necesidad de verga, Pepe la tenia grande y mucho buena para ella; eran unos caches sin compasión, mucha fuerza y apretadas de culo, que la vieja se estremecía hasta los cabellos, pero como gozaba con esas embestidas de corridas de toros. Un día cuando llegaba de la agencia de turismo, después de mi día de guía, a media tarde; encuentro a Cesar, sentado en la puerta del condominio con otro jovencito de unos 17 años, con lentes y muy fuerte; Cesar: Hola Tom, te estaba esperando. Yo: para qué? Cesar: mira él es Víctor, y su mamá me lo ha encargado. (Con señas me informa que es invidente) Yo: ya veo, y que esperas que yo haga. Cesar: Que lo veas una hora, voy a pagar los periódicos y vuelvo. Yo: está bien. Yo: Hola Víctor Víctor: Hola señorita. Cesar: no es señorita, es Tom. Víctor: perdón, con esa voz parecía una señorita muy bonita Yo: Gracias, pero no. Vamos entonces. Lo subí al departamento, acomode en un sillón, se le veía muy desarrollado para su edad, y en su pantalón se mostraba un bulto muy grande, conversamos cosas sueltas, y me ...