1. Sigo jugueteando con los albañiles y su jefe


    Fecha: 28/07/2020, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... carita era un poema que reflejaba no tan solo lascivia sino que, sus ojitos entrecerrados nos demostraban que se dejaba llevar por sensaciones que nosotros no éramos capaces de entender. Sus labios sonreian con cada clavada y eran mordizqueados con cada retroceso. Sus ojitos brillaban como brasas y se volvían blancos cuando el padre le hacía gozar y este último al igual que su crio, no se reprimía en demostrar que el chico no sólo era un instrumento de placer sino que ambos se amaban profundamente y que el sexo era solo una demostración mas de ese profundo amor que ambos se profesaban. La culeada duró alrededor de 15 minutos y estrañamente no fue culminada con gritos estertóreos como los tres espectadores pensábamos sino que ambos al unísono, como máquinas bien aceitadas, profirieron profundos suspiro con cada espasmo que el pene se vaciaba . Suspiros por parte del padre al consumar un acto de amor por su hijo y suspiros por parte del hijo al sentir que una vez mas había dado a su padre el placer que le había sido negado. Antes de que se despegasen de la maniobra incestuosa, nos acercamos a la fogosa pareja para ver en detalle como el pene rezumante de moco fresco era extraido desde las profundidades de la turgente carne. Fue lindo ver como un rio de blanco y oloroso semen brotaba desde el ano del chico y se fundía en un erótico hilo de vida con el que porfiadamente aun permanecía adosado al glande del padre. Me recordó la primera vez que fui culeado por el Capataz, cuando ...
    ... en ese día de lluvía llegue hasta la obra sin otra intención que protegerme de la lluvia y descargar mi vejiga. Ese dia hubo otros testigos que vieron como mi culito blanquito se transformaba en un manantial de cremosos espermios . La imagenes con que padre e hijo nos habían delitado, hizo que los tres espectadores llegasemos a un punto tal de entusiasmo y considerando que el mejor incentivo para el amor es una buena dosis de sexo, yo tome la iniciativa y empujando al Ingeniero hasta el borde del camastro, comencé a darle una mamada de ese en las cuales to me había hecho todo un experto y que sabía a ciencia cierta que le dejaría loco. Mientras yo me devoraba toda la verga del Ingeniero, el monstruo se apropió de mis níveos glúteos y mientras los separaba para dejar todo mi ano al descubierto y a su entera disposición, con su lengua me fue dilatando para que la proxima cacha fuese placentera para ambos. Yo gemía de lujuria al sentir que nuevamente el "monstruo" se apropiaba de mis pliegues intestinales; no voy a negarlo, con cierto dolorcillo que hacía que el polvo fuese aún mas delicioso para ambos. Si bien mi culo era usado inmisericordemente por varios activos en Santiago, ninguno de ellos calzaba lo que se estaba enterrando en mis entrañas. El monstruo repitió la maniobra que ya había realizado con el mocosito y que a todas luces era la mas eficaz para alcanzar el cometido. Tres centímetros adelante y dos atras hasta que la bestia hizo fondo. Esa sensación consiguió que yo ...
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