1. VICIO Y PERVERSIÓN (2) Ruben Sometido


    Fecha: 07/10/2017, Categorías: Gays Autor: ZLASKO, Fuente: SexoSinTabues

    ... delicadeza por mi parte. Le saqué la polla del culo, y me acerqué a la mesita de noche para sacar del cajón un consolador. Me puse del revés encima de Ruben, para hacer un sabroso 69, le introducí mi verga en el hocico, y al mismo tiempo que me metía su polla en la boca, yo le insertaba por el culo el enorme pollón de goma. Ya no podía chillar como una perra, el grosor de mi polla se lo impedía y le tapaba la boca por completo. Aceleré mi mamada en su verga y los movimientos en su ano, metiendo y sacando cada vez más rápido el consolador. Parecía que al cabrón, le gustaba bastante que le violara el culo con el consolador, al mismo tiempo que le follaba la polla con mi boca, se revolcaba de placer en la cama y acentuó ferozmente las chupadas que me daba en el pollón con su boca. ¿Que si le gustaba?. Joder, ya lo creo, y me lo dejó bien claro cuando noté un líquido caliente y espeso, llenarme la boca. El hijo de puta se estaba corriendo de gusto, soltándome en el gaznate su semen a borbotones, mientras me succionaba la polla con fuerza, apretándomela a lo bestia con el paladar, y me clavaba los ...
    ... dientes muy fuerte entre el tronco y el capullo. No pude más que beber y tragar a mansalva, y super agradecido tengo que decir, por qué esa leche estaba deliciosa. Liberé mi polla de su boca y comencé a masturbarme delante de su cara de chulo, mientras le ponía el boquete del culo encima del hocico. - Chupa cabronazo. Puto lame culos. Asiiii. Siiii. Sigue mamón. Me corroooo. ¡Ahhhhh!. Toma lecheeee. ¡Ohhhh! - Apunté con la punta de la polla hacía su cara, y se la bañé de esperma caliente. Los chicates cayeron por todo su rostro, por los ojos, la frente, las mejillas, hasta le manché los cabellos de lefa, y los últimos terminaron dentro de su boca, la cual, la tenía bien abierta el mamón. Después de ordenarle que se tragara mi semen, y de que me limpiara la polla a lametazos, junté sus labios con los mios y le comí la boca. Largo rato duró los besos, y pude saborear con él la combinación de mi leche revuelta con su saliva. Quince minutos más tarde, con una cerveza en la mano y tumbados tranquilamente en la cama. Ahora si me apetecía escuchar con pelos y señales, como su coleguita Jairo le chupó la polla. 
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