Con la esposa de mi amigo (3) - Relatos Eróticos

Con la esposa de mi amigo (3)

Hola a todos nuevamente, no había tenido mucho que actualizarles hasta el día de hoy, estas semanas que han pasado habían sido muy tranquilas, después de nuestro segundo y último encuentro Ale y yo decidimos que lo mejor era detener lo que estaba pasando entre nosotros, yo realmente no quería pero pensando en nuestras parejas fue lo mejor... Al haber acordado esto no hicimos nuevamente un esfuerzo por estar a solas hasta que el día de ayer como no queriendo la cosa tuvimos que viajar en el mismo auto a otra ciudad que está a dos horas de la nuestra, yo tenía que ir por unos documentos del trabajo y ella a hacer unas diligencias en la central de su banco.

Salimos temprano como a las 8 de la mañana, yo conducía el auto de mi trabajo y como ella había dicho que necesitaba ir el mismo día a la otra ciudad me ofrecí a llevarla.

Ya en la carretera solos los dos el ambiente para mi sorpresa era bastante relajado, estuvimos platicando de varias cosas sin importancia hasta que no se realmente quien de los dos saco a la conversación el tema de nuestra recién terminada aventura, ella me decía nuevamente que lo había disfrutado mucho pero que fue lo mejor, yo le dije que si efectivamente que fue una experiencia magnifica pero que era lo mejor.

El hecho de recordar lo que había pasado con nosotros me prende mucho, recordar su cuerpo y la sensación de cogérmela me excitaba mucho y ahí estaba yo hablando con ella manejando en carretera y con el pene nuevamente parado, la ...

... confianza que nos tenemos ahora me hizo decirle para que se diera cuenta y lo hice para ver qué pasaba.

- Mira Ale solo recordar lo que paso y hablarlo contigo lo hace todavía más morboso, tengo el pene durísimo.

Ella se percató y se empezó a reír.

-Hay Javi tu no cambias, mira nada mas como lo traes, para ser sincera se me antoja al verte así pero ya decidimos que no puede volver a pasar, somos amigos hace tiempo y tenemos pareja.

-Ya lo sé, sé que no puede volver a pasar pero no puedo evitarlo, disculpa si te incomoda.

-No para nada, de hecho me gustaría poder ayudarte pero ni modo ya no se puede -y se rio nuevamente.

Yo estaba muy caliente, tenía la cabeza pensando que podría pasar, me distraje tanto que no había visto que estaba acelerando de más y había sobrepesado el límite de velocidad bastante así me tranquilice y baje la velocidad hasta el límite permitido.

Después hubo unos minutos de silencio, ella me dijo que fe el calor y le subió la potencia al aire acondicionado del auto cosa que yo hice también al mismo tiempo por lo que nuestras manos se rozaron por accidente sin embargo ninguno de los dos la retiramos, baje la velocidad y nos quedamos viendo aun con las manos juntas, ella tomo mi mano y la puso sobre su pierna, ella traía un vestido por lo que me fue fácil acariciarla y que ella sintiera nos intenciones, empecé a pasar mi mano sobre su pierna primero despacio y luego con más fuerza, sentirla de nuevo hacia que mi pene se pusiera más duro, y ...