Toda una vida de Incesto 3
Fecha: 11/08/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Xanderverga, Fuente: SexoSinTabues
... hacíamos así pero ese día quería ver todo, era un día muy especial, empezamos como siempre, nos besamos y tocamos, esa vez ella me dio una mamada deliciosa que duró hasta que me hizo terminar, luego empecé a mamarle su rosada vagina, le lamía su clítoris suavemente y despacio, metía mi lengua en su agujerito y chupaba sus labios que rebosaban de fluidos cuando ya estába a punto del orgasmo me detuve, ya tenía mi fierro bien erecto, estaba listo para la misión, ella estaba allí acostada con las piernas abiertas, la vi a la ojos, me sonrió y me hizo un guiño de ojo, volteé a ver su vagina, era una belleza, se veía tan húmeda y suave que daba la impresión de vulnerabilidad, tomé mi falo y le froté el clítoris con mi glande antes de ponerlo en la entrada de su vulvita, un hilo de liga de flujo vaginal se vio estirarse, puse el glande entre los húmedos labios de su vagina y empecé a empujar, mire su cara y tenía la boca abierta, los ojos abiertos y las cejas arqueadas, no sé que esperaba sentir pero estába como asustada y al mismo tiempo preparada para lo que pudiera sentir, fui entrando poquito a poco mientras me agarraba de la cintura, al poco de haber entrado sentí un tope, era su himen, ya lo había sentido con mi dedo, la vi a la cara tenía la expresión como de estar esperando algo que no sabía que era, hice pequeños movimientos de cadera como empujando mi pene hacía adentro pero sin fuerza y en uno de esas lo hice con fuerza y rápidamente, mi verga se metió y sentí como se ...
... rompió algo dentro de ella y me abrazó con fuerza enterrandome las uñas en la espalda, fue algo delicioso para mí, de no ser porque me había exprimido la primera vez me hubiera corrido inevitablemente dentro de ella pero por eso pude controlarme, el dolor la hizo a ella dejar salir un quejido algo fuerte que apagó en mi hombro y me quedé un rato con la verga metida en mi amada hermana sin moverme, luego de unos minutos empecé a sentir pequeños movimientos de cadera de mi hermana allí empecé a moverme yo también, la abracé y la besé, sentí en ese momento que éramos uno, era tanto el placer que sentía que quería que no terminará jamás, empecé a moverme cada vez más rápido y lo mismo ella, sus jadeos aumentaban y sus movimientos de cadera eran cada vez más rápidos y violentos, la cama sonaba, sus pechos se bamboleaban al ritmo de las embestidas, su cara tenía una expresión como cuando se llora y me miraba a los ojos en actitud suplicante, de repente sentí su cuerpo temblar y ella gritó y me abrazó quedándose inmóvil pero empujando su cadera hacia arriba Después de algún minuto levanté mi cara para besarla y me encontré con su cara mojada de lágrimas, creí que era por el dolor, pero no, cuando le pregunté me dijo que había sentido no sólo un orgasmo si no también una emoción tan inmensa que no pudo contener las lágrimas y sintió que todo en el mundo éramos sólo nosotros dos, sentí no sólo un inmenso amor por mi hermana también sentí que estábamos tan conectados que éramos uno sólo ...