Azotada y violada
Fecha: 12/08/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... a bailar conmigo, me agarro muy fuerte de la cintura como solía hacerlo cuando estabamos a solas. Ante mi sorpresa comenzó a tocarme el culo delante de los chicos. Me sentí algo avergonzada pero mi padre me cerró la puerta de la duda besandome. Me dejé llevar, correspondí a su beso cuando noté que detrás de mi un chico me acariciaba la espalda al descubierto. Era Mario, mi padre me miró y asintió con la cabeza, me giré y meti la lengua en la boca del guapo muchacho. Mi papa se acercó entonces a mi oído y dijo que ese era su regalo de cumpleaños. Cogió mi mano con decisión y me llevo a su cuarto. Al entrar me sorpendí, lo tenía todo decorado con velas e incienso, suaves telas que danzaban al entrar el viento y en medio dos columnas con grilletes. Miré desconcertada a mi papa, pero este me sonrió y dijo que confiara en el. Al llegar a la altura de las columnas mi papa se puso tras de mi acariciando mis pechos y ofreciendome a los chicos fueron pasando uno a uno besandome apasionadamente en la boca. Después mi papa me ató a la columna y me asusté un poco. Pero no me dio tiempo a pensar; de un solo tirón me dejó con mis medias con ligas, mis zapatos de tacon y mis braguitas. Los chicos ahora estaban extasiados mirando el espectaculo. Entregate a ellos y disfruta..dijo mi papa a lo que continuo diciendo..disftuta mi niña.
Mi padre me quitó las bragas, mi coñito rasurado quedó a la vista de los cuatro hombretones que estaban de pie frente a mi. De repente mi padre me azotó con ...
... una fusta en mis nalgas. Grité asustada...uno de ellos se acercó a mí y me colocó una mordaza en la boca. No grites zorra, te va a gustar.
Intenté buscar el apoyo de mi padre asustada, pero solo recibí otro fustazo. Retorcí mi cuerpo, una y otra vez mi padre clavaba su fusta contra mi delicada piel, siempre en las nalgas. Observé que los chicos se estaban quitando la ropa. Mientras mi papa seguia azotandome vi como los chicos estaban totalmente empalmados. Quedaron ante mi desnudos por completo y los cuatro tenian la polla dura, erecta por completo. Estaba claro que estaban disfrutando con lo que veían. Omar, el negro, tenía una polla descomunal, más grande incluso que la de mi papa. Raul era fuerte y su polla era increiblemente gorda, la de Abel era muy parecida a la de mi papa, y Mario lucía una hermosa polla gorda y grande. Me dio la sensación que mi padre había elegido a esos hombres por mi. No me daba tiempo a pensar mucho, mi padre seguía azotandome, tirándome del pelo y diciendome cosas muy guarras. Poco a poco el dolor se transformó en escozor caliente, y luego en picazón placentera para más tarde convertirse en una perdida de control que deseaba el siguiente azote aún má fuerte. Movia la cabeza de un lado a otro asintiendo a las preguntas de mi papa. Los chicos empezaron a acercarse a mi y me lamian, me besaban, me mordian las tetas. Deseaba besarlos, deseaba que alguno de ellos me liberara de alli.
Al fin mi papa aflojó los grilletes y me soltó. Caí al suelo, ...