Socializando con el vecino - Relatos Eróticos

Socializando con el vecino

Hacía unos meses que un nuevo vecino había llegado a la cuadra. Tenía aproximadamente nuestra edad – treinta y tantos- y se notaba que en algún momento había hecho ejercicio pues mantenía un físico marcado, también era bastante alto medía más de un metro con ochenta. Era bastante atractivo. Llevaba el cabello muy corto y barba de días, su rostro tenía rasgos bastante masculinos y bien proporcionados; ojos café oscuros, redondos y una sonrisa coqueta con una dentadura blanca y perfecta.Vivía solo y poco se le veía salir de su casa. Entre semana salía a trabajar vestido de manera formal y a veces usaba traje, siempre se veía guapísimo y los fines de semana solía andar en bermudas y sandalias.Una tarde el vecino y yo nos cruzamos fuera de nuestras casas y empezamos a charlar. El tiempo pasó rápidamente y mi novio, Oscar, llegó de trabajar con una caja de cervezas en la mano. En ese momento se me ocurrió y le dije que si no tenía nada mejor que hacer lo invitaba a tomarse unas cervezas en la casa. Aceptó de inmediato. Dijo que iría a su casa a bañarse y cambiarse pero le insistí que dado al caluroso clima podríamos dejar las etiqueta a un lado. Llevaba puesta una playera cuello V algo desgastada que se le ajustaba al cuerpo, unas bermudas color azul y sandalias negras. Su nombre era Hugo.Sus pies eran bastante prolijos, sus uñas cortadas, pulidas y el de un color rosado hermoso. Sus dedos eran bastante simétricos y yo que adoro los pies de un hombre no podía dejar de verlos. Mi ...

... novio bajó y empezamos a tomar cerveza y charlar.Hablamos sobre nosotros y nuestros intereses. En la charla comenté que Oscar y yo tendríamos nuestro aniversario en pocas semanas y Hugo se mostró muy sorprendido; dijo no haber imaginado que fuéramos pareja pues a veces veía que otros chavos salían de nuestra casa. Le expliqué que teníamos una relación abierta. Durante la noche Hugo posaba sus pies descalzos sobre el sofá o sobre la mesa y ver sus hermosos pies me excitaba.Ya un poco animado por las cervezas decidí subir de tono la charla e iniciamos un intercambio de anécdotas eróticas. Le conté como fue nuestro primer trío, como había visto a Oscar disfrutar con otros hombres y él nos contó como había tenido relaciones sexuales en su oficina y con su ex jefe. Con el fluir de la charla empecé a dar más detalles de nuestras experiencias y Hugo se mostraba taimado al indagar pero yo sin tapujos le contaba hasta los más sórdidos pormenores.Terminé por confesarle que mi mayor morbo era ver a mi novio coger con otro hombre, que ver como lo besaban, acariciaban, penetraban y hacían gemir era mi placer más grande. Qué ver como la verga de otro hombre entraba en el culo de mi novio me prendía al máximo y me fascinaba ver como otro lo gozaba y lo hacía gozar. Hugo preguntó si no me daban celos y si Oscar estaba de acuerdo con eso. Mi novio le respondió que él también gozaba al ser de otro hombre y ver como me excitaba esa situación.La noche pasó y Hugo cada vez disimulaba menos al ver ...