Porno en el sauna
Fecha: 19/08/2020,
Categorías:
Masturbación
Autor: pajero133, Fuente: RelatosEróticos
Porno en el sauna
Esta paja fue de hace dos días atrás. Fue el sábado por la tarde, tarde de lluvia, y sin saber qué hacer, me dispuse a ir al gimnasio para pasar el tiempo hasta que se hiciera la noche y salir con mis amigos.
Cuando llegué fui directamente al vestuario a descambiarme y ponerme ropa para hacer mi rutina, no había nadie allí, baje las escaleras y muy poca gente había en el salón: solo tres o cuatro pibes y un par de mujeres (por cierto una mejor que otra), primero me dedique a hacer toda la parte aeróbica y después si me instale en las máquinas.
Casi siempre trato de ponerme un slip ajustado porque varias veces me paso que por mirar alguna de las chicas haciendo gimnasia se me paró (y bien dura) la verga, y se notaba. Esta vez no lo tuve en cuenta y sólo me puse el pantalón corto con bóxer. Frente a mí y acostada en el banco de pecho se sentó una morocha infernal, con unas calzas ajustadas negras, entre serie y serie me detenía a mirarla y fue más que suficiente para que mi bulto se transformara en una terrible carpa: tenía dos opciones, o tratar de disimular y esperar que se baje o intentar ir para el vestuario sin que nadie me viese. La primera opción era imposible ya que la morocha se trasladaba de máquina en máquina y yo la penetraba con la mirada (con ganas de penetrarla a fondo con mi verga), me imaginaba que era yo el instructor, quien se paraba detrás de ella y cada tanto le indicaba algo, mas de una vez lo envidiaba al flaco cuando se le ...
... acercaba, aunque el instructor de ese turno es gay.
Así la seguía con la mirada por donde esta morocha iba: no sabía qué hacer, mis huevos en cualquier momento explotaban, mi verga era una piedra, pero no podía sacarle los ojos de encima a ella. Terminó de rematar la situación cuando se dispuso a hacer glúteos: uhhhh verla con el culo para arriba levantando una y otra pierna, se le marcaba terriblemente la raja de su sexo, ya no podía más. Ahí si me dirigí de inmediato al vestuario intentando que nadie se percatara de mi erección, al tiempo que subía las escaleras y rogaba que no hubiese nadie en el vestuario. Entre y estaba yo solo, saque la toalla del bolso e inmediatamente me fui a las duchas.
Qué alivio poder soltar mi verga, me di una ducha rápida y me instale en el sauna, tiene virios polarizados la puerta, podía ver si alguien entraba a las duchas y obvio que de afuera para adentro no se ve: me instale en un banco con las piernas estiradas y ahí empecé a tocarme la verga y los huevos muy despacio, otra vez estaba bien dura, mientras me acariciaba y recordaba esa morocha. No pasó demasiado tiempo cuando veo que entra un pibe a las duchas: yo lo había visto varias veces en el gimnasio pero ni siquiera nos nunca nos habíamos saludado: cuando el pibe se desvistes pude observar que estaba al palo, mientras se duchaba se pasaba las manos por la verga y sus huevos, en eso cierra el agua, se envuelve en su toalla y se dispone a caminar hacia el sauna. Inmediatamente me senté ...