Mi madre es una golfa
Fecha: 19/08/2020,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... entregando una fina y costosa botella de vino
— Gracias, la abriré más tarde…adelante
— Como guste…por cierto, esta muy bella esta noche – replicó el vecino adentrándose por el pasillo
Y era verdad, mi madre era una mujer muy atractiva. Su cabello castaño y ojos marrones realzaban su tez blanca. Aunque era bajita, sus voluptuosos senos, sus caderas anchas, su culo redondo y respingado, unido a su 1.60 de estatura, le otorgaban una figura de reloj de arena, deseablemente apetitosa. Más ahora, que lucía un vestido rojo hasta las rodillas y un generoso escote que, proporcionaba una espectacular vista del canalillo que dejaban sus tetas.
Nunca antes le había visto ese vestido, pensé que debió comprarlo para la ocasión ya que resplandecía con el, logrando hacer las delicias de los hombres y demostrando que estaba nuevamente disponible.
— hey amigo – dijo Lázaro sentándose junto a mi en la mesa
— ahora es cuando – susurrándome al oído
— vino? – preguntó mamá acercándose a nosotros
— por favor – respondió él
Mi madre se inclino para servirle vino a su copa, dándole la oportunidad para que el pervertido diera un buen vistazo a sus glándulas mamarias. No tenia espejo pero, puedo apostar que mi cara se volvió roja en fracción de segundo por el descaro de mi amigo.
Mamá se dio cuenta, y yo me di cuenta que mi mamá se dio cuenta. Ella haciéndose la desentendida se dirigió a la cocina, yo de inmediato corrí tras ella.
— mamá…mamá discúlpame
— por qué? ...
... – preguntó tomando unas copas
— por lo de Lázaro…le pediré que se vaya
— si eso – dijo mi madre muy seria – veras, cuando estaba casada con tu padre debía aparentar recato, pero la cosa es que, siempre me atrajo tu amigo
La imagen que llego a mi mente fue la de mamá, poniéndose cachonda cada vez que me regañaba por pasar todo el día en su piso ó cuando le veía por el pasillo y a regañadientes le saludaba. No lo podía creer, solo, no lo podía creer.
Sostuve con mi mano una de las bandejas que irían al salón y antes de mencionar palabra se me ocurrió un plan, tal vez no sea tan difícil hacerlos follar pensé.
— que coincidencia – dije en un tono suspicaz
— el que? – respondió
— él también me ha dicho que te encuentra muy buena...jejejeje
— hijo por dios – respondió con una risilla coqueta
— te ayudo con esto – exclamé cogiendo la bandeja.
Los pocos metros cuadrados del comedor y el salón, dejaban un tanto ajustados a los 25 ó 30 invitados que teníamos, todos ellos charlaban animados al compás de la suave música, las copas de vino que no paraba de fluir y los canapés que desaparecían en forma constante.
Rodee una pequeña encimera que separaba la cocina del comedor, y me abrí camino entre los invitados repartiendo los canapés que llevaba en la bandeja de plástico imitación madera.
Todo ello mientras buscaba a mi amigo para darle la buena noticia y explicarle cual era mi plan.
Me lo encontré en el balcón charlando muy animado con Roció, una ...