LIDIA... UN PROFUNDO AMOR
Fecha: 22/08/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: sureño001, Fuente: SexoSinTabues
... entregar a la persona que realmente sienta que ama; no pasa por su mente hacerlo solo por tener experiencia sexual. Respecto a mi relación matrimonial le fui contando que fue solo feliz en sus comienzos, quizás los primeros seis o siete años… luego todo se hizo rutinario y por momento insoportable. Se hizo costumbre charlar mucho sobre estos temas… yo y mi matrimonio… ella y sus sueños sentimentales. Poco a poco cuando manteníamos estas charlas comenzamos a sentarnos junto al mismo escritorio enfrentados y sin saber como ni cuando comenzamos a tomarnos de las manos y acariciar uno la del otro. Nuestros saludos de comenzaron a ser cada día mas cálidos hasta que cierto día, al irse pose mis labios suave y fugazmente sobre los de ella…. Me miro casi incrédula, se puso roja y con una tibia sonrisa me dijo: - Hasta mañana, Mario. - Hasta mañana Lidia – le respondí – que tengas una agradable tarde y felices sueños. A la mañana siguiente nos saludamos sin besarnos y ella parecía rehuir mis miradas…. A la hora del refrigerio la invité a compartirlo en mi escritorio. Se sentó frente a mi rehuyendo mi mirada. La charla fue como siempre pero ella se mostraba nerviosa. Cuando ya terminábamos de tomar nuestro café, tomándole las manos, le dije: - Lidia, puedo decirte algo? - Si – me respondió – bajando la mirada y sonrosándose. - Perdoname Lidía pero…. Me he enamorado de vos…. Siento que te quiero. - Mario – me respondió - ¿ qué me estás diciendo? - Que te amo Lidia. Quedo pensativa ...
... bajando la mirada… pasaron segundos que se me hicieron eternos, apreté suavemente sus manos, y ella, levantando la mirada hacia mi, me respondió: - Yo también te amo Mario. No se cuando me ocurrió, pero te amo. Me levante y caminando alrededor de escritorio la tomé de sus manos y levantándola… la besé suavemente en los labios…. Beso que hoy si respondió de igual manera. Sin decir más seguimos trabajando. Al irse, aprovechando que estábamos solos en la oficina se acerco a mi y colgándose de mi cuello me dijo: - Te amo Mario. Se que no debe ser, pero te amo. - Yo también te amo Lidia, te amo con todo mi corazón. Nos dimos un beso y ella partió sin decirnos más. A partir de allí comenzamos a compartir fugaces momentos de besos y caricias en cada momento que sabíamos no entraría nadie a la oficina. Habrá pasado un mes y una tarde en que mi esposa había viajado a la ciudad vecina y regresaría al otro día, cosa que también Lidia sabía, al despedirnos le dije: - Mi amor, puedo visitarte esta tarde? - Si, Mario. Por fin me lo pediste! Ansiaba me lo propusieras y creía que nunca iba a ocurrir. - A las seis estaré visitándote. - Te espero amor – me respondió. Llegué, me estaba esperando y antes de que golpeara abrió la puerta y me invitó a entrar. Cerramos la puerta con llave y simultáneamente caímos uno en brazos del otro. Nos sentamos en el sillón de la sala y mutuamente nos llenamos de besos y caricias mientras nos repetíamos: - Te amo Lidia. - Te amo Mario. No se como comenzó pero los ...