1. Permití que otro complaciera a mi chica


    Fecha: 22/08/2020, Categorías: Incesto Autor: Mara, Fuente: CuentoRelatos

    Como no hay fecha que no se cumpla ni plazo que no se venza, nació mi primogénito, sacó mucho de mí y de mi familia, la piel apiñonada de Isis y los ojos miel, ella, la madre, a sus 18 años decidió que no quería seguir viviendo en su casa, mamá aceptó a regañadientes que se vinieran a la nuestra, por lo que comenzó una etapa nueva en nuestra vida, unos días después renté cerca un cuarto con baño y una cocineta para nosotros tres cerca de casa a dos cuadras, este estaba en el tercer piso de un pequeño edificio de la colonia ¡Ahora Isis y mi BB dependían totalmente de mí, ganaba buen dinero en el bar de mi amigo George, un tipo buena persona de 38 años, ahí captaba clientes para prostituirme, pero a mi pequeña familia al menos no nos faltaba nada, Lora, nos visitaba frecuentemente a veces dejaba a su hijito con nosotras para que se lo cuidáramos mientras iba a “trabajar”.
    
    Cuando yo estaba con algún tipo no me corría, esas energías las guardaba para Isis, como ella me amaba me aceptaba tal y como era. Después del parto se puso muy buenona, volvió a tener cinturita, el culo rico y las tetas enormes pero bellas, su carita muy bonita reflejaba la paz que había logrado a nuestro lado. Cuidaba de mi BB y del de Lora con amor y cariño, así nosotras podíamos trabajar más tranquilas de noche. Casi cada tres o cuatro veces por semana follábamos a plenitud, le encantaban varias posiciones y yo me recreaba en esa vagina sabrosa mamándosela hasta que literalmente chorreaba jugos ...
    ... calientes, luego se lo metía acariciando sus piernotas y sus nalgas mientras la besaba en su boquita jugosa de forma de corazón con labios sensuales siempre pintados de rojo fuego.
    
    Casi a diario usaba minifaldas de todo tipo, los hombres la miraban con deseo, pues se había convertido en una mujer muy guapa, salíamos a la calle como dos mujeres con nuestro bebé y las miradas de la gente eran de reproche ante lo que consideraban un desafío a su “decencia” pero no nos importaba, éramos muy jóvenes y por el contrario nos gustaba ver cómo les sacábamos miradas de morbo y de reproche. Por fuera yo parecía una mujer de verdad, con nalgas, piernas y tetas de mujer, mi cara se había feminizado bastante y el maquillaje lograba realzarme como una mujer más, de hecho más guapa que muchas chicas del barrio. Salíamos al cine, a cenar o a pasear al parque, con el bebé. Le practicaba mucho sexo a Isis y el anal le fascinaba mientras ella se tocaba su pepa, se venía saciándose como hembra, de verdad que se había vuelto una mujer muy fogosa en la intimidad, cierto tiempo después me preguntó si me gustaría que formáramos un trío con algún tipo para que me follaran enfrente de ella.
    
    La idea comenzó a rondarme por la cabeza, así que en una ocasión en que en el bar conocí a un guapo muchacho, alto, blanco con una linda barba y ojos verdes, de cabello rubio y lacio, le dije si le gustaría estar conmigo y con Isis alguna vez, le enseñé una foto de ella y noté que sus ojos brillaron interesándose por ...
«123»