PRIMERA OPORTUNIDAD DE NUESTRO MATRIMONIO ABIERTO
Fecha: 25/08/2020,
Categorías:
Intercambios
Autor: iccs, Fuente: SexoSinTabues
... espero. Hablamos en estos días sobre el lugar. -Que bueno volver a verte, un beso. -Chau, hermosa. Corté, me acerqué a la silla de mi marido, le abrí el pantalón y lo empecé a masturbar. Estaba muy erecto, muy caliente. -El jueves veo a Mateo, le dije. Y con eso acabó. Por un rato no hablamos. Quedamos pensativos. En un momento decidí tomar la iniciativa. -Mi amor. Espero no te moleste. -Por mí no hay ningún problema, ya lo sabes. Para cada cosa habrá su tiempo. No hacía falta decir nada más, así nos entendemos con Carlos. En eso somos pura complicidad. Era lunes, así que me quedaba martes y miércoles para depilarme, elegir ropa, ponerme linda. Mi marido se ofreció a comprarme la ropa para que fuera muy bien vestida. Le pedí no fuera muy sugerente. Sin embargo me sorprendió con un tanga y corpiño a tono y una bata negra de falda corta a media pierna, y medias de liguero. Sin mangas y con cierre atrás. Zapatos negros con tacón, para completar. El jueves en la tarde, al momento de prepararme, acordamos con mi marido que le mandaría un mensaje cuando estuviera con Mateo, como despedida, y que luego viera si podía volver a comunicarme o no, pero que se quedara tranquilo. Y si me demoraba le mandaría un mensaje. La ventaja de conocerlo bien, era que mi marido estaba tranquilo de que no haríamos nada en aquella primera cita. Mientras me vestía, el me miraba excitado. -Estas quedando muy hermosa- me decía La verdad es que sentirme tan halagada en ese momento me dio más ...
... confianza, y se lo agradecí. Cuando estaba lista y por salir, mi marido me dio un vino. -Y me dijo… así te animas. -Por supuesto mi amor. Nos vemos más tarde y te cuento. Me fui en el auto, le avise a Mateo que iba en camino al sitio que habíamos hablado pero me propuso que mejor nos viéramos en su departamento y me dio la dirección. Cuando llegue la puerta se abrió, entré me relajé completamente y me dejé llevar. Nos besamos en cuanto cerramos la puerta, nos abrazamos y nos tocamos un poco. Nos separamos y ya más tranquilos tomamos una copa. Sentados en el sillón nos tomamos de la mano. No tardamos en empezar a besarnos nuevamente, muy suave y acariciarnos. Me sentía muy relajada, lejos de la sensación que se supone podría tener por estar con otro hombre que no fuera mi marido. Tan a gusto me sentí que me levanté, bajé el pequeño cierre de atrás del vestido y lentamente lo dejé caer. Mateo me miraba embelesado mi cuerpo. -Estás más linda que nunca- me dijo, mientras se levantaba para acariciarme. -Gracias, me puse así para vos, que bueno que te guste. -Me encanta- dijo, y me hizo dar una vuelta. Se quedó mirándome la cola un momento y sentí que me la acariciaba. -Qué linda estas, me gusta tu lencería- dijo. - Me la regaló mi marido. Pensé que iba a causar cierta desorientación el comentario, sin embargo sólo dijo: -Que buen gusto. Me voy a encargar de sacártela. Y apoyándome su bulto en mi cola desabrochó mi corpiño y me lo sacó. Mis tetas quedaron al aire y no tardaron en ser ...