1. Mi primera infidelidad 2


    Fecha: 25/08/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Siempre que Eduardo quería yo iba a su casa y me sometía a sus caprichos, era mi amante, mi marido trabajaba para pagar mis caprichos y Eduardo me da placer, hace conmigo lo que quiere, yo soy feliz entre sus brazos. "Hola Irene, querés venir a mi casa, no tengo nada que hacer y quiero echarte un polvo", me llama por teléfono, y con toda su cara dura, que es lo que me enamora de él me lo dice, "claro cariño, a que hora quieres que vaya?", le digo yo muy mimosa, "esta tu marido?", seguimos hablando, "no, el cachudo no esta, voy ya mismo si quieres", le dije, entregada a mi amante, a ese argentino que me hace disfrutar y me dice las cosas mas hermosas que nadie me ha dicho nunca, "si, te espero", me dijo, cortando la conversación. De inmediato me vestí, me puse la ropa mas sexy que encontré y me fui en el coche que mi esposo me regaló por nuestro aniversario. Llego a su casa, toco el telofonillo, y cuando me abre, entro casi corriendo, estaba ansiosa de estar entre sus brazos, ansiosa de que me cache. En el ascensor sentía que mi cuca se mojaba, llego a su casa, y cuando entro, me cuelgo de su cuello, besando su boca con desesperación, estaba con él, con el hombre que me hace disfrutar del sexo como nadie. "Vamos a la cama", le dije, desesperada, "no, todavía no, quiero que bailes para mi, y te vayas desnudando, tu esposo te ha echo hacer esto alguna vez?", me dijo, abriendo una lata de cerveza, poniendo música, y se sienta en el sillón, para ver el espectáculo que estaba a ...
    ... punto de hacer para él. "Al cachudo que le voy a hacer, que trabaje y me de dinero, que del placer te encargas tú", le dije, empezando a moverme muy sensual al compás de la música que había puesto Eduardo, y a quitarme lentamente la ropa. Bailaba, me movía, me arrastraba por el suelo, brindando a mi amante el espectáculo sexy, que mejor le podía dar. Lentamente me fui quitando toda la ropa, quede solo en ropa interior, una tanga hilo y un sujetador negro de encajes, que lentamente me fui quitando, hasta que quedé completamente desnuda frente a él, morbosa, abría mis piernas dejando que me vea la cuca, me agachaba abriendo mis nalgas y dejando que me vea el chiquito, me manoseaba las tetas delante de su cara, estaba que no me conocía de lo arrecha que estaba, me hace acercar a su lado, y abriendo mis piernas me mete los dedos en la cuca, haciendo que gima de placer, "que sos vos?", me dijo, moviendo sus dedos dentro mío, "soy tu puta, tu perra, la mujer que se deja hacer lo que quieras hacerme", le dije, moviendo mi cintura con sus dedos dentro de mi cuca, "como tu marido no cuida a una mujer tan hermosa como vos, sos una diosa", me decía, haciendo que suspire de placer, "hay mi amor, tú si que sabes tratar a una mujer y no como el ordinario del cachudo de mi marido", le decía, casi tirándome encima de él, y besando su boca con desesperación. Le empiezo a desabrochar el pantalón, dejando su picha afuera, me arrodillo entre sus piernas y mirando su cara, se la empieza a lamer, la ...
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