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Historia del chip (037): Confidencias - Irma 010
Fecha: 25/08/2020, Categorías: Incesto Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos
... trabajar, ¿verdad? — reclamó una vez más Lena, escaneando las piernas de su esclava con las manos hacia arriba y hacia abajo. Irma negó. —Quiero que disfrutes un poco. Y si no me obligaras a desnudarme en público— recalcó en tono sumiso y… falso. —Pero es que así va a ser siempre. Pensé que tenías sueño y me gusta que duermas sin nada— dijo Lena sin disimulos. Irma hizo ver que se enfadaba y se puso la máscara en los ojos. Decidió descansar de verdad. Le resultaba todo tan intenso. Estaba demasiado excitada. Se quitó los pendientes, esperó un par de minutos y volvió a colocarlos. Se durmió en cuanto el dolor se apaciguó. No se enteró ni del aterrizaje y eso que el vuelo duró más de lo previsto porque terminaron en Le Bourget en vez de en Orly. Lena le despertó con un beso. Irma buscó a tientas su minifalda y su top, pero fue Lena la que se las dio. —Quítate la máscara, tonta. Irma lo hizo y vio que ya había gente de atrás tratando de salir cuanto antes por la pasarela. Nadie hacía caso de los avisos de esperar a la apertura de puertas. Colocarse la ropa debajo por debajo de la sábana mientras había gente a tu lado sin nada que hacer salvo mirarte resultaba turbador, pero la alternativa era seguir desnuda. Lena aprovechó para escribir en su tableta, ajena a la incomodidad de su pupila. Hacía algo de frío en Paris. Lena se detuvo en una tienda de la planta superior en llegadas antes de ir a la sala de recogidas de equipaje. En menos de un minuto escogió ...
... una chaqueta a juego con la falda. Irma agradeció el detalle. Se la puso por encima de los hombros y esperó a que Lena terminase de pagar. La chaqueta era corta así que las piernas no iban a recibir un trato especial pero no le importó. Comprendía el efecto que tenían en su hombre y decidió que pasaría frío en esa zona. No quería que su ama dudase de su implicación. En cierta forma, quería dar a entender que podía escoger. Una palabra bastaría para que le comprase un pantalón, estaba segura. El espectáculo que dio al sentarse en el taxi era digno de ser grabado, pero trató por todos los medios de aparentar normalidad. Era prácticamente imposible evitar que la falda se subiese hasta las caderas, lo mejor era levantar las nalgas ligeramente y arrastrar con fuerza la parte posterior para luego tratar de llevar la parte anterior lo más hacia delante posible. No podía negar una cosa, si fuera hombre, querría que su hembra llevase una prenda similar siempre que fuera posible. Y, aunque no se lo había dicho a nadie, era una de sus fantasías de quinceañera. Llegó a escribir en un foro un par de cuentos contando escenas parecidas con faldas increíblemente cortas, situaciones exóticas y miradas masculinas. Ni siquiera Miss Iron había recibido confidencias sobre ello. Lo que Irma no se imaginaba es que Lena conocía perfectamente esos escritos. Tuvieron que cruzar Paris debido al cambio de aeropuerto de llegada, pero esto les dio tiempo a charlar en el coche. Lena ya no estaba ...