MIS 3 MUJERES II
Fecha: 26/08/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: freeman88, Fuente: SexoSinTabues
Luego de la impresionante cogida con mi esposa Claudia mientras olíamos la ropa interior y fantaseamos con su hermana Diana, mi vida sexual recobro el brillo de nuestra época de novios. Si bien luego de nuestro matrimonio aun teníamos sexo con frecuencia, el cansancio y la rutina habían bajado las revoluciones de lo que en mi época de noviazgo era un torbellino de morbo y placer. El cambio que significo la estadía de mi cuñada y su pequeña hija Lucy en casa seria la chispa para que mi esposa y yo recobráramos el fuego de los años pasados. Luego de esa mañana, los días en casa mejoraron exponencialmente, mi esposa se vestía mas sexy, los vestidos eran cada vez mas cortos, ella culpaba al calor, pero ambos sabíamos que era para estar siempre provocativa y para tener un fácil acceso a la hora de coger. Ella y yo teníamos cierta complicidad cuando estábamos viendo tele o comiendo con su hermana en casa. A veces mi propia esposa me susurraba: -Mírale las tetas a Diana, no se ha puesto brasier y se le marcan los pezones- Y yo obviamente con el permiso de mi esposa, me dedicaba a ver con mucho placer. En las noches la situación mejoraba aun mas, casi todas las noches mi esposa robaba alguna tanga o hilo de su hermana de la lavandería o del cesto de ropa sucia y lo llevaba a nuestro dormitorio donde me lo hacia oler mientras me lo chupaba o se lo ponía para ser penetrada de todas las posiciones conocidas, varias veces cuando estaba apunto de acabar mi esposa me ordenaba sacarle el ...
... pene del agujero de turno, pues podría ser la boca, la concha o ese riquísimo culito que tenia, y venirme en la ropa interior que tenia a la mano, para luego devolverlo al cesto, según ella le excitaba la idea de que al menos un rastro de mi semen tocara la vagina de su hermana. Si, parecía que había encontrado el gatillo que disparaba todo el morbo de mi esposa y el mío, no podía estar mas contento, y lo que pensé que seria el máximo escalón en placer, seria el principio. Una noche mi mujer y yo acabamos de terminar una sesión de sexo pleno y duro, los gemidos de Claudia fácilmente se escucharon por todo el edificio y obviamente por todo nuestro departamento. Acababa de venirme dentro de su vagina y mientras ella descansaba boca arriba en la cama exhausta con un hilo blanco de su hermana metido en la boca, yo totalmente agotado y sudado me puse el bóxer y salí hacia mi cocina en busca de algo de tomar. Eran aproximadamente las 12 de la noche y salí del cuarto tratando de hacer el menor ruido posible, pues nos quería despertar a mi sobrina y cuñada, me di cuenta que mi sigilo era bastante tonto pues hacia segundos mi mujer chillaba como una perra en celo, pero bueno supongo que en el sexo uno pierde la noción de los buenos modales. Luego de beber un buen vaso de agua helada, me dirigí de vuelta a mi dormitorio y antes de entrar un sonido casi imperceptible llamo mi atención. Era un gemido, luego otro, mi cerebro proceso la información rápido, no podía ser mi esposa ella estaba ...