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El secreto
Fecha: 30/08/2020, Categorías: Incesto Autor: kaliman, Fuente: CuentoRelatos
Como hacer una crítica implacable cuando dos seres se aman con la intensidad que sus cuerpos demandan si el principal ingrediente es su audaz juventud que se ve rebasada por el impulso de la sed de amar que crece sin control dentro de sus impetuosos cuerpos. Nunca he tenido la intención de ofender a nadie con mis relatos no reflejan ninguna realidad, ni mucho menos son mis vivencias, no es como suceden las cosas, más bien es como pudieran haber sucedido. Si alguien se identifica una disculpa no es con ese propósito, con dedicatoria a un tal “pirulito” una persona aparentemente adulta que se mete a un sitio para adultos y que mentalmente no lo es, todos somos libres de expresar ciertas preferencias y por tal motivo si alguien es gay hetero o swinger para mí eso está bien, de la misma forma la lectura tiene muchas ramas drama suspenso clásica y “erótica” y cada quien elige lo que le gusta de todas formas la lectura cumple un cometido para bien o para mal me molesto mucho sus comentarios ofensivos y fuera de contexto pero lo tomare como palabras sin ningún valor y a diferencia de él pretendo no ofenderlo y que lastima que se vio reflejado en mi relato espero que no le haya dañado. La oscuridad de la sala cómplice de sus candentes caricias que iniciaron con besos tiernos que poco a poco fueron subiendo de intensidad y temperatura, apretujaban sus bocas con ansiedad tal parecía que nada les podía causar consuelo en aquel instante, Gina permitió que Cesar besara su cuello, ...
... respiraba entrecortado era evidente su estado febril, por esa misma circunstancia no protesto cuando Cesar levanto su falda y metió la mano entre sus piernas, como iba a protestar si Cesar había logrado encender la hoguera que sentía arder en lo más profundo de su ser Cesar también acusaba la ansiedad propia de su excitación hurgaba hasta de forma violenta empujando con su dedo la tela de sus pantaletas, al interior su rendija humedecida hasta el límite. No era la primera la vez que aquello ocurría de hecho se había vuelto algo recurrente entre la indecisión de Cesar y la probable negativa de Gina, aquello era una tortura para el par de ardientes mozuelos. Sin embargo la magia de la vida no termina, la naturaleza termina imponiendo su ley derribando de forma inexorable cualquier impedimento o fortaleza moral. Se encendieron las luces de la sala dando término a tan gratos y candentes escarceos, las pantaletas de Gina anegadas por su viscoso elixir mismo que había quedado impregnado en la mano de Cesar, él mismo había dejado alguna mancha en su pantalón su erecto garrote había dejado escapar liquido pre eyaculatorio. Caminaban lentamente por la calle y se miraron interrogativamente, como esperando que cualquiera de los dos tomara la decisión que los condujera a desahogar la ardiente pasión. Cesar por fin se decidió mostro a Gina su mano aun humedecida y casi en susurro le dijo. ---este dedo es el que tenías dentro de tu panochita--- Lo acerco a su nariz y exhalo ...