1. Elena (A.C.) - mi masoquista III


    Fecha: 30/08/2020, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Cold_P, Fuente: CuentoRelatos

    ... unos 5 minutos así (y yo al borde del orgasmo), ella paró y me dijo que, pese a no estar cansada, estaba incomoda. También noté que ya no se movía como al principio y ella misma había bajado el ritmo. Lejos de molestarme, lo entendí y comencé a tomar parte en el castigo, no sin antes hacerla rogarme.
    
    —¿Qué quieres que haga? – le pregunté con sorna
    
    —Que me pegues y que me cojas – me dijo tranquilamente
    
    —No te escucho – le reproché
    
    —¡Quiero que me cojas y que me maltrates! – gritó
    
    —¿Así? – pregunté divertido mientras comenzaba un vaivén semi lento
    
    —Sí, pero más rápido – me dijo jadeante
    
    —¿Más rápido? - indagué aumentando la velocidad
    
    —Siiiii… aaaaa… asiiií… oh si, así… así…. – gemía y agregó – pero pégame, pégame mi amoooor… ¡PÉGAME, NALGUÉAME!
    
    —¿Así? – volví a inquirir
    
    —Nooo… ahhh… más fuerte… MÁS FUERTE… - me exigía
    
    —¿Segura? – le pregunté al momento que le descargué una con toda mi fuerza, pero ella sólo gimió
    
    —Ohhhh… si, así mi amooorrr… así… OHHHHH, si, así… - gemía con cada golpe y cada embestida – no me quieroooo sentar en una pinche semana… aaaaaa… aaaa… sí, destrozame las naaaa… aaaaa… AHHHH…
    
    No pude más, justo cuando soltó esa frase, tuve uno de los mejores orgasmos de toda mi vida. Ella, ya se había venido una vez, pero quería más, pues aunque mi verga comenzaba a perder su dureza y tamaño, ella se seguía moviendo cuando yo me detuve. “Perdona”, le dije. Ella, feliz y aun excitada, se separó de mí y me besó apasionadamente, ...
    ... mientras me susurraba “te amo”, “te amo”, “te amo” y se reía. Yo, correspondía a todo mientras, seguía acariciando sus maltrechas nalgas y ocasionalmente soltaba una leve nalgadita.
    
    —¿Ya me vas a decir las buenas noticias? – le pregunté después de un largo momento de contemplarnos mutuamente a los ojos
    
    —No sé si sea una buena noticia – me dijo bajando la mirada y separándose de mi – pero cociné algo para los dos y para este fin de semana
    
    —¡Wow! Eso es genial – exclamé sorprendido – me encantará probar algo hecho por ti
    
    —No esperes mucho, porque sabes que no sé cocinar…
    
    —Mujer… cállate. Te amo.
    
    —También te amo – me dijo sonriendo y añadió viendo con desdén mi ensangrentada entrepierna – ¿En serio no te da asco?
    
    —No, para nada – respondí completamente seguro, pese a ser una experiencia nueva para mí – Sólo hay que limpiarnos y listo.
    
    —Estás loco – dijo riendo
    
    —Loco por ti – contesté – ahora, vamos a darnos un regaderazo, que hace algo de frío y después me das de comer.
    
    Alegremente nos dirigimos al baño y mientras observaba su caminar, fue delicioso ver, además del hipnotizante movimiento de ese culo (movido además a propósito con lujuria intencionada), las marcas rojas de nuestras manos sobre él y además, no sé por qué, pero producto de su menstruación, estaba un poco ensangrentado y aquello me excitó aún más, si cabe.
    
    En el baño no pasó nada, simplemente nos limpiamos y ambos disfrutamos del agua caliente. Claro, un apretón de chichi ocasional o ...
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