SOY PUTA (V): La primera prueba
Fecha: 01/09/2020,
Categorías:
Confesiones
Autor: ekaitza, Fuente: RelatosEróticos
Yo tenía que ingeniármelas para insinuarme a él sin levantar sospechas de nadie más, pues evidentemente no me gustaba nada la idea de que nos vieran juntos. Eso equilibraría los rumores a favor de Pedro, y aunque pasara esta prueba no me serviría de nada, pues mi fama de guarra sería confirmada. Así que tras espiarle unos días (qué vida más aburrida tenía), fui al bar donde suele estar él, y un par de minutos antes de que él llegara me senté al lado del taburete que suele ocupar. Así cuando llegó yo ya estaba al lado suyo, de la forma más casual. Disimuladamente le di un papel escrito y él se lo guardó mirándome con extrañeza. Le dije muy bajito que no hablara, que leyera el papel en otro momento y que no comentase nada a nadie sobre lo que había escrito ahí. Hace tanto tiempo de esto que no recuerdo exactamente qué ponía en el papel, pero se trataba de una proposición caliente, mi número de teléfono y las horas en las que podía llamarme, que eran los ratos en los que yo estaba sola en casa. Me terminé el zumo que se me estaba haciendo eterno con el creciente olor de Venancio y me marché sin decirle palabra alguna. Cuando llegué a casa llamé a Pedro y le pregunté dónde quería que fuese la prueba. Me dijo que en la casa del propio Venancio él había encontrado un buen lugar desde donde sacar fotos sin ser visto ni desde la casa ni desde la calle.
Venancio a la primera que pudo me llamó, me dijo que la nota le había puesto caliente y que más me valiera que no le estuviera ...
... tomando el pelo, que me iba a enterar de lo que es bueno. Nos citamos en su casa una noche de viernes a las 9, yo le dije a mis padres que me iba a casa de una amiga y que volvería a medianoche, pues a pesar de tener 14 años mis padres eran muy permisivos conmigo, lo que ahora se llamaría "déficit en la atención". A las nueve de la noche fui a casa de Venancio. Se suponía que él ya estaba en casa, pero no contestaba a mis golpes en la puerta. La casa era grande, desde fuera inspiraba lástima pues se notaba que había vivido tiempos mejores, quizá de los padres de Venancio, o no sé. Era una suerte que la casa se encontrase apartada del pueblo, pero pensé que si en todas las pruebas iba a tener que caminar tanto, iba a hacer el doble de ejercicio. Estuve un cuarto de hora esperándolo en su puerta, rato tras el cual llegó con una borrachera como las que siempre se agarraba... bueno como las de siempre no, porque normalmente llegaba más tarde a casa. De todos modos si ya olía mal, con ese aliento a vino olía aún peor. "Llegas tarde" le dije, y contestó que nunca es tarde si la dicha es buena. Abrió la puerta de su casa y me invitó a entrar antes que él, aprovechando que caminaba delante suyo para darme una palmada en el trasero y agarrarlo con gusto. Moví los ojos hacia el techo con resignación, y vi que estaba sucio. Toda la casa estaba llena de suciedad: la cocina con todos los cacharros cubiertos de grasa, el baño lleno de manchas,… daba asco, pero yo intentaba evadirme de todo ...