La rica verga de mi hermano - Relatos Eróticos

La rica verga de mi hermano

Lección número uno...

Los días habían transcurrido y en mi cabeza seguían latentes esas palabras " Tu cuerpo te lo hará saber, tu piel cobrará vida y salivaras aquí...".

Las vacaciones habían comenzado y era momento de hacer absolutamente nada productivo, ver televisión leer un rato hojear alguna revista, ósea hacer nada.

En el apartamento los adultos brillaban por su ausencia, solo estábamos mi hermano y yo la curiosidad me invadía pues últimamente después de pasar un rato juntos mi hermano solía encerrarse en su habitación algo apresurado y después salir más tranquilo, ¿qué hacía a solas? y porque no lo podía compartir, más de una vez lo cuestione, pero su respuesta siempre era la misma " No hago nada importante solo cosas de hombres..."

Entre "cosas de hombres y los hombres tienen algo entre las piernas que brinda placer" no había mucha distancia, así que investigar era lo adecuado.

El calor era infernal y no había ropa que pudiera soportarlo por lo sino salíamos de casa tanto él como yo acostumbrábamos desde pequeños andar lo más ligeros posible, el un short holgado y suave, mientras yo ahora por aquello de que el cuerpo crece usaba un coordinado de algodón para hacer ejercicio o bien solo la parte de abajo y alguna de esas camisetas que dicen su edad de tan transparentes.

Salí de mi recámara me puse la nombrada camiseta y entré sin tocar a la suya...

- Si tocaras estaría decente no?

- Uy perdón! Ya me voy

- No importa, solo toca, dime...

- ...

... Oye tengo una duda y me gustaría que tú me ayudarás...

- Te escucho

- Bueno últimamente después de estar en contacto conmigo un rato me da la impresión de que huyes todo tenso, entras te encierras y después sales muy tranquilo como relajado, y no me digas que no haces nada ¡porque obvio algo haces! Mi hermano se giró me miró a los ojos y sonrío.

- Ok supongamos que hago algo porque tanta curiosidad?

- Porque la abuela decía que ustedes tienen " algo" que genera y les genera placer... Entonces yo creo... No, estoy segura que lo utilizas en ese momento y por eso después ya estás tranquilo.

- La abuela decía eso? (mientras se incorporaba y se acercaba a mi) y te dijo dónde lo tenemos?

- Si, exactamente ahí (mientras señalaba entre sus piernas)

- Y entonces supongo que quieres saber que es...

- No solo eso! ¡Quiero que no seas egoísta y seas compartido!

- Muy bien hermanita, pues... No lo sé, quizás no sea buena idea.

- Ay anda! Solo quiero verlo

- Nunca lo has visto?

- Bueno... En dibujo y en libros nunca en vivo

- Ay hermana... Ok hagamos esto, te lo enseño ¡pero! No lo puedes tocar.

- Por?

- Por favor?

- Ok!

- Mi hermano se hizo un paso atrás hundió ambos pulgares a los costados de su cintura y bajo sus bóxers...

- Yo estaba sorprendida era una parte muy rara! Arrugada y pequeña que cuando respiraba subía un poco parecía como si tuviera vida propia.

- Listo?

- No, no entiendo? Como puede darte placer.

- Ok, me da ...