Desafío de galaxias (capitulo 20)
Fecha: 02/09/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
... —respondió Aunie con una coquetería descarada—. Ayer por la tarde, sin ir más lejos.
—Ya claro, pero me gustaría verte sin todo el estado mayor. Principalmente, porque si alguien ve lo hábil que eres con la lengua igual tengo competencia.
—Mi lengua y yo solo somos de mi señor, —respondió corriendo el pestillo de la puerta. Rodeo la mesa, se arrodilló entre las piernas de Esteban y le desabrocho el pantalón.
—Nunca había visto una polla tan grande, —dijo cogiéndola y mirándola con detenimiento—. Nunca me cansaré de decirlo. Mi señor, está noche tampoco puedo estar contigo: tengo otra reunión.
—Que manía tenéis con reuniros de noche, —respondió Esteban abrochándose el pantalón.
—Costumbres de la clandestinidad, mi señor, y muchos de los asistentes vienen de la zona ocupada. Quiero traer parte de los combatientes para integrar el nuevo ejército.
—De acuerdo, —dijo con resignación—. Por cierto, es posible que conozcas a la general Martín, me ha prometido que vendrá a visitarnos… aunque su estado mayor se opone. Ya veremos.
—¿Le vas a decir que tenemos una relación?
—Ya lo sabe. Se lo dije hace un par de meses.
—Lo que no entiendo es, que con lo amigos que sois, nunca os hayáis enrollado.
—Pues es muy sencillo de entender, —respondió Esteban con una sonrisa—. Aparte de que es mi amiga, resulta que es lesbiana, y no le gustan los tíos, le gustan las tías.
—¡Joder! Eso sí que seria aquí la bomba.
—Pues si viene, vendrá con su pareja, que además ...
... es su ayudante de campo y oficial de estado mayor, Anahis, una hembra mandoriana muy simpática, te gustara… por cierto, es de color azul y tiene cola.
—Entonces… ¿estoy en peligro? —preguntó Aunie con coquetería.
—¡Mierda! No había caído, —bromeó Esteban—. Te aseguro que está muy enamorada y además, Anahis es muy celosa: te aconsejo que nos des lugar a un equívoco.
Colonia 1, fue el primer asentamiento kedar que se instaló en un planeta bajo protección federal y el más próximo al Ares. En ocasiones, Esteban bajaba al planeta donde tenía un centro de mando, para tomar el aire y estirar las piernas. Tantos días dentro del Ares terminaban agobiándole. Le gustaba pasear por sus polvorientas calles con todo tipo de construcciones a los lados y repleta de hombres, mujeres y niños. En estos pocos meses, el comercio empezaba a florecer y se parceló el campo que rodeaba la ciudad para crear huertos. Los médicos militares pasaban consulta a diario para atender a los 50.000 habitantes de la ciudad. La única condición que impuso Esteban para instalarse en la colonia fue, que la separación por etnias y sexos quedaba prohibida. Los que no estuvieron de acuerdo se quedaron en las montañas cercanas a la colonia, pero tiempo después, y ante su pujanza comercial, todos fueron regresando al seno de la comunidad.
Ese día, el sol brillaba a intervalos entre las nubes y Esteban había pedido a los habitantes de la colonia que se congregaran ante una gran explanada pavimentada, situada en ...