Mi las violaciones de mi vida
Fecha: 03/09/2020,
Categorías:
Confesiones
Autor: nena2221, Fuente: RelatosEróticos
... Pero esto era distinto ese pene era realmente enorme para mi de unos 17 cm de largo y con esa cabeza que parecía un casco de soldado nazi, así lo veía yo, mi corazón latía a mil por hora de miedo y excitación.
Me tomo fuerte por el cabello y me introdujo ese enorme animal en la boca de un solo golpe, aggg.. sentí que me ahogaba, y comenzó a bombear en mi boca, mientras me decía. Eres una perra puta, no te da pena tan chiquito y tan putito, eso me comenzó a excitar y comencé a mamarle fuerte, estaba decidido a demostrarle a ese señor que podía ser la mejor puta del mundo.
Le chupaba tan frenéticamente que me dijo, espera putita que no quiero terminar tan pronto. Eso era nuevo para mi pues los niños de 10 años no eyaculan.
Se quito y me ordeno que me pusiera como perra en la cama de mi hermana y yo sin mas obedecí.
Me puse en medio de la cama ofreciéndole mi tierno culito. Pe grito además de puta pendeja ponte en el borde de la cama cabrón. Camine en reversa sobre la cama hasta que quede con las rodillas en el mero borde. Me quito la zanahoria que yo ya había olvidado, y me bajo las bragas hasta las rodillas, se unto una crema que mi hermana tenía en su cómoda, y que yo usaba continuamente como lubricante en mis juegos.
Se acerco y de un solo golpe me la metió hasta los huevos, chille de dolor, y sentí que me desmallaba, me desvanecí pero el me tenia fuertemente agarrado de la cintura y comenzó a envestirme con una rabia que nunca había sentido, el dolor pronto ...
... comenzó a convertirse en placer, comencé a reponerme y a entender todo lo que pasaba, veía mi pequeño pene que en esos años no mediría más de 5 centímetros revotar en mi vientre, miraba como los calcetines dentro de sostén se zangoloteaban al ritmo de las envestidas y pensé. Soy una puta, comencé a mover mis caderas torpemente, y me di cuenta de que ya no tenía miedo, me sentía como la mejor puta del mundo. El me daba de nalgadas, me jalaba el cabello y me repetía una y mil veces que era una puta, yo gemía de placer y sentía como algo me chorreaba por las piernas, podía ver de lado en el espejo toda la escena, yo vestido de mujer sobre mis codos y rodillas mientras mi verdugo me penetraba ferozmente, sacaba toda su enorme y jugosa verga y la metía de un solo golpe.
Me sentía realmente lleno, de pronto lo sentí apretarme y fue la primera ves que recuerdo sentir esa sensación cuando el esperma entra en tu cuerpo caliente y sabes que hiciste un buen trabajo, estuvo así unos minutos y yo me meneaba y le apretaba la polla a mi violador con los espasmos de mi ano palpitante.
Se quito y me deje caer en la cama con el culo al aire, le pregunte ¿Cómo te llamas?, y me contesto, te vale madres y mas te vale que no le digas a nadie o te mato cabrón.
Yo en realidad no tenía planes de contralo a nadie, hasta ahora claro. Se vistió y me dijo, nunca pensé que un niñito como tu pudiera estar tan rica, le dije “gracias practico diario”
Tomo una brocha y me la metió violentamente y ...