Incubo ( Parte 7 ) - Relatos Eróticos

Incubo ( Parte 7 )

... escéptica a los temas de sobrenatural, aprovechó la calma del baño matutino y se rasuro su monte de venus, quitándose con detalle todo el vello púbico, hace mucho que no lo hacía y eso la reconforto. Pero aquel ente que estaba en esta casa, no iba a dejar pasar aquella bofetada, aquel amigo-novio que se sentía dueño de Gaby no iba a perdonar la agresión de su Madre y se preparaba para vengar aquella bofetada a su chiquilla. Salió de bañarse solo con una toalla envuelta en el cuerpo y la toalla pequeña enrollada en la cabeza, se dirigía su cuarto, pero cambio de opinión y fue a la cocina, se preparó un café y lo puso en la mesa, cuando estaba en la alacena buscando algo de galletas, nuevamente sintió aquella ráfaga que el día de ayer había sentido cuando abofeteo a Gaby, entonces volteo la cara y se quedó petrificada, un perro grande, como san Bernardo todo blanco estaba parado en la entrada de la cocina, con los ojos brillantes de un color rojizo, le gruñía a mi madre, la cual ante la sorpresa retrocedió un par de pasos pero aquel perro diabólico continuo gruñendo, mi madre ya con el corazón acelerado se deslizo por la puerta que da a la sala y cuando trató de correr hacia el jardín que era lo más próximo, aquel perro la alcanzo a media sala y con sus patas delanteras la hizo caer al suelo, tirando la toalla de la cabeza a lo que ella de inmediato se giró boca arriba y se topó con la cara del perro quien gruñía con fuerza, ya presa del terror trato de gritar pero su ...

... garganta ahogaba todo intento por la impresión misma de sentirse indefensa ante aquel animal enorme que se disponía a atacarla, el perro en un movimiento rápido con el hocico le abrió la toalla que le cubría el cuerpo, ella instintivamente, trato de cubrirse pero fue mucha más la fuerza de aquel animal y la toalla quedo a varios metros lejos de ella, quedando completamente desnuda y nuevamente recostada en el suelo, trato de incorporarse con la mesita de centro que estaba cerca de ella, y que era la que yo había movido para acomodar a Gaby en el suelo , cuando se giró para apoyarse en esa mesa, aquel perro le brinco encima, quedando mi mama recostada boca abajo en la mesita, grabe error de ella, porque aquel perro enorme quedo encima de ella y en posición acomodada, sus nalgas quedaron al aire y sus rodillas apoyadas en la alfombra, mismo que aprovecho de inmediato aquel perro demoniaco y con las patas delanteras apoyadas en los hombros de aquella mujer indefensa, y sacando un miembro enorme, color rojo intenso, sin ningún preámbulo se abalanzo sobre ella y al primer intento de mancillarla mi madre trato de zafarse cuando se dio cuente de las intenciones de ayuntarla de aquel perro, pero no podía, el peso del animal arriba de ella no la dejaba moverse, hubo un segundo intento y mi mama solo movía las nalgas a los lados para tratar de evitar que aquel animal lograra su cometido, ella lloraba y estaba entrando en un trance de histeria, pero no sirvió, en el siguiente intento aquel ...