Confidencias 09 Follado por otro macho
Fecha: 08/09/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... pérdida solo tiene una puerta, avisaré de que suben. Mientras subía el ascensor agarré la mano de papá, no porque tuviera miedo o estuviera asustado, era para consolarle por la cara tan triste que tenía. Salimos del ascensor a un hall cuadrado con una mesa contra la pared y dos sofás de distinto tamaño de tela beis, las paredes estaban empaneladas en madera clara. Nos íbamos acercando a la única puerta que había, como dijo el portero, y esta se abrió antes de que llegáramos. Apareció un hombre moreno y alto vestido con un batín de seda gris atado a la cintura, las piernas desnudas y descalzo, lo que se veía de las piernas, de rodillas para abajo, eran muy peludas hasta los pies, tenía bigote y perilla y se mostraba serio. Sin hablar se apartó para que pasáramos. Nos encontramos un salón muy grande, con enormes ventanales y delante de ellos macetas de cerámica amarilla llenas de distintas plantas. -Se lo entrego como me pidió Eduardo, ¿cuando quiere que lo recoja? Papá le hablaba al hombre y este me miraba a mí con esos ojos negros y profundos que me intimidaban un poco. No es que tuviera cara de ogro, resultaba agradable y hasta guapo, de menos de cincuenta años, pero me imponía su estatura y anchura de hombros. -Si quiere puede esperar aquí, ahí tiene la prensa del día y podrá entretenerse, sería mejor que se quedara para que en la portería no saquen conclusiones que no nos convienen. Después de hablar a papá se dirigió a mí. -Este guapo chiquito y yo lo pasaremos bien un ...
... rato, ¿verdad lindo? Pasó su mano, que a pesar de ser grande resultaba suave, por mi cara y acarició mis labios. -Sí señor. Mi voz sonaba dulce, amable y dócil. Me cogió en sus brazos y me elevó pasando uno por mis nalgas y el otro por la espalda, llevó su cara hacia la mía y me besó en la boca unos segundos. -Sabes bien rico nenito. Sin prestar más atención a papá y suponiendo que todo se haría como había dicho, se encaminó hacia una puerta del salón, dirigí la última mirada a papá antes de desparecer por la puerta en los brazos de aquel imponente hombre. Papá permanecía de pie mirándonos y apretando muy fuerte los puños. Se trataba de un dormitorio muy grande también, con una cama redonda y el techo era de espejos que reflejaban toda la habitación, se dejó caer en la cama, que era bastante alta, conmigo aún en sus brazos, quedó encima de mí y mordió mi barbilla. -Tú y yo vamos a jugar un ratito y a darnos gusto los dos, me gustas niño, eres un joven muy bello. ¿Sabrás cuál es tu labor? Me besaba los labios mientras me hablaba, su aliento llenaba mi boca y olía dulzón. -Sí señor, lo sé. -No me llames señor, llámame papi. ¿De acuerdo? -Sí papi, como tu desees, papi querido. Emitió una carcajada. -Sí, así quiero que me digas, que bien enseñado te tienen. Desnúdate y vamos al baño. Me ayudó a quitarme la ropa, aprovechaba para ir besándome todo el cuerpo, parecía gustarle todo lo que iba descubriendo. Cuando me tuvo desnudo se puso de pié y se quitó el batín. Su cuerpo, aparte de ...