Las pantimedias de mi esposa - Relatos Eróticos

Las pantimedias de mi esposa

Nos invitaron a unos 15 años de la hija de una comadre que vive al norte de la ciudad y como ya es costumbre, mi esposa se fue vestida con un vestido corto, unas sandalias abiertas y por supuesto, sus pantimedias en color natural que me encantan.

Cuando llegamos al evento y justamente cuando se servía la cena mi esposa me dice, “oye aquél chico que está en la mesa de enfrente no deja de verme las piernas y siento que hasta señas con la mano me está haciendo”. Le dije, “entonces aprovecha, que tal si quiere aprender de ti? porque no le abres las piernas y cuando lo hagas me avisas para que te meta la mano en la panocha”.

Cinco minutos después me dice muy emocionada ella, “ya? ándale, me está viendo”. Cuando me asomé hacia las piernas de mi mujer, las tenía abiertas de manera muy descarada, le metí la mano muy discretamente y ella comenzó a reír, pero veía de reojo al chico y por momentos, también ella le regresaba la mirada.

Después de la cena fuimos a bailar y efectivamente el muchacho no le quitaba de encima la mirada, especialmente a las piernas y al culo de mi mujer y es que con la luz de ambiente que había en el lugar, el brillo de las pantimedias era extremo, de lujuria.

Me dice ella, “sabes qué? voy al tocador”. Pienso que se tardó como unos cinco minutos y cuando regresó me dijo, “oye el chavo me estaba esperando afuera de los baños”. ...

... “Que te dijo?”, “que si puedo platicar un rato con él allá afuera”. Le dije, “ve, pero me cuentas todo, ok?”.

Se fue y pasó como media hora y de repente la vi un poco alterada y emocionada al mismo tiempo, solo que se me hizo algo extraño en ella, pero todavía no entendía que era eso que le hacía falta, cuando se sentó junto a mí me dice, “ya viste?” ya no traía pantimedias y una de sus piernas se sentía un poco húmeda, la toqué y al llevarme mi mano a la nariz note un olor como a cloro, lógico, era olor a semen y a un poco de orines.

Resulta que el muchacho se le había acercado y la comenzó a tocar, ella se dejó acariciar y dice que de repente, él se sacó la verga y la puso entre sus piernas, apenas y se la había apretado entre ellas y de repente se vino, le salió precoz.

Le manchó las pantimedias de semen, entonces él se las pidió regaladas, ella muy amablemente se las regalo y en ese momento, se los juro, me estaba viniendo. El muchacho ya no regresó a su lugar, poco tiempo después nos retiramos de la fiesta y nos fuimos a coger a la casa.

Me confiesa que el chavito se puso como loco cuando le estaba acariciando sus piernas y que apenas y le pudo ver la verga, era delgada y no muy grande, pero finalmente mi linda mujer le hizo una buena chaqueta con sus piernas enfundadas.

Espero que este microrelato te haya gustado y espero leernos después.