1. Seduje a mi papá


    Fecha: 11/10/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Me fui a vivir con papá cuando mi madre se caso de nuevo. Una tarde lo vi masturbandose en un galpon de nuestra finca y me quedé mirandolo escondida. Me excité mucho viendo su bello y viril cuerpo, y su largo y grueso pene, por lo que empecé a masturbarme acabando cuando el eyaculaba.
    
    Quedé obsesionada y esa noche al acostarse me desnudé completamente y fui a su habitación. Había una tormenta fuerte y sin decirle nada me abracé a el, quien solo vestía unos shores. Papá me preguntó que pasaba y le dije que tenía miedo y lo besé en la boca y empecé a acariciar su cuerpo. El pene de papá estaba muy erecto y yo muy mojada, bajé sus shorts y me monté sobre él, deslizando todo su pene en mi vagina y empecé a cabalgar con lujuria, sin reprimir mis gemidos de placer, acabando dos veces antes que el se viniera. Al acabar lo abracé con deseo y lo bese con pasión largo rato. Esa noche tiramos 5 veces y probé por primera vez el semen de mi papi.
    
    Amanecimos juntos y él no dijo nada mientras desayunábamos. Esa noche y por tres noches más esto se repitió, entonces papá habló conmigo y me dijo que teníamos que parar aquello, y no quiso recibirme más en su habitación, a pesar que yo lo deseaba con lujuria.
    
    Luego de una semana, al ver que no ...
    ... cedería, me fui al haras y me desnudé y entré desnuda a las duchas donde los obreros se bañaban en ese momento. Aquellos hombres nunca habían visto a una mujer rubia con un cuerpo tan bien formado como el mío, y se abalanzaron sobre mi y me hicieron todo lo que quisieron. Luego de 2 horas de sexo brutal volví a casa. Mi short de cotton lycra estaba mojado por el semen de aquellos hombres por delante y atrás, tenía chupones en todo mi cuerpo. Papá estaba sentado en la piscina y al verme me preguntó que había pasado. Le conté que el sexo se me había vuelto una necesidad y había ido a seducir a un peón, pero que había sido montada por muchos. Me abracé a el y empecé a llorar.
    
    Papá me llevó a la ducha y me empezó a lavar, se desnudó para no mojar su ropa y me hizo el amor con mucha ternura. Me dijo: Anna, si no fueras mi hija te haría mi esposa, entonces respondí: Papí, nadie en el mundo te puede amar más que yo, además soy tu hija y quiero hacerte feliz.
    
    Así, a los 17 años me convertí en la mujer de mi papá, aunque me lleva 21 años somos muy felices. Luego de un año decidí darle un hijo, ahora tengo 6 meses de embarazo y año y medio como mujer de mi padre. Lo amo, estpy locamente enamorada de él, y el es feliz como nunca lo había sido. 
«1»