CUMPLIDO MI DESEO DE FOLLAR CON MI HIJO
Fecha: 20/09/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... una mesa semiredonda donde quedamos uno al lado del otro. Y como el mantel era largo cubría la mesa y de paso seria cómplice si Alfredo se atrevía a algo conmigo. Como en el restaurante no dudarían de la edad de mi hijo, pedí dos copas de vino de la casa, para beber mientras escogíamos la cena. Note en el rostro de Alfredo algo de sorpresa por mi pedido de licor, pero no hizo ningún comentario. Cuando trajeron las copas, como era la primera vez que al menos delante de mi ingería licor, después que brindamos por el excito en su deporte, el se bebió el vino como si fuera un refresco, lo que me confirmo claramente que no sabía nada sobre el efecto que podría tener después. Hablábamos sobre su partido, la celebración y otras cosas intrascendentes y poco a poco note que el vino le estaba produciendo alguna exaltación de alegría, reía constantemente por cualquier tontería y empecé a sentirlo más cariñoso y por supuesto no deje de colaborarle para que todo fuera mas fácil. Nos trajeron la cena, excelente calidad y terminando la misma le pregunte si le apetecía otra copa de vino, me respondió afirmativamente, diciendo… Si, esta delicioso. Para mis adentros pensaba que podrá el saber de vinos, jajaja. Bebimos la otra copa y antes que termináramos la cena, se me ocurrió proponerle que fuéramos a bailar a un lugar que yo ya conocía de antemano. Le dije… la noche aun es joven, te agradaría que fuéramos a bailar? O te da pereza salir con esta vieja? El respondió eufórico… como se te ...
... ocurre, me parece maravilloso, hace tiempo que tú no sales a divertirte por estar ocupada en tu trabajo y los asuntos de la casa. Excelente idea, vamos. Como el lugar que tenía en mente estaba ubicado cerca del restaurante, salimos, y caminamos un par de cuadras tomados de la mano como si fuéramos novios. Lo sentí muy orgulloso de estar conmigo, al punto que cuando un tipo mayor se me quedo mirando, el me soltó la mano y pasando su brazo por mis hombros me tomo como diciendo ella es mía y de nadie más. Hacía tiempo que no me sentía tan protegida como lo hizo Alfredo, pues su padre siempre fue muy descortés. Entramos al lugar, aun era temprano y había poca gente, pero a media noche estaba a reventar y en la pista el espacio para bailar era bastante limitado, por lo cual nuestros cuerpos no paraban de rozarse constantemente, en especial la punta de mis senos contra su pecho y mi pelvis contra su polla bastante erguida. En el lugar solo habíamos ingerido bebidas sin licor y como sentí que el efecto del vino me había pasado pedí un coctel para mí y un vino para Alfredo. Bebimos nuestras copas en la mesa conversando hasta donde era posible, ya que la música estaba bastante fuerte, de manera que para escucharnos debíamos hablar al oído y este roce constante y el licor contribuyo a que cuando volvimos a bailar Alfredo me tomara como si yo fuera su mujer y de mi parte no hubo ninguna resistencia porque estaba encantada que lo hiciera sin tener yo que proponérselo. Gracias a la cercanía de ...