Trío salvaje
Fecha: 20/09/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
...no soportaba la idea de dormir sola un día más. Me levanté con mi camisón trasparente dispuesta a todo. Como era posible que mi tío fuese gay, no me lo podía creer. Toda mi vida había estado enamorada de él y justo por la tarde me presentaba a su pareja, que encima era un tremendo mulato, guapísimo, fuerte y con un enorme bulto en su entrepierna. Mi tío es un hombre superatractivo. Varonil, alto, moreno con unos ojos verdes preciosos y músculos por todos los lados de su maravilloso cuerpo de gladiador. Yo soy una chica de 1,62 pelo rubio largo liso, ojos verdes pardos grandes, muy guapa. Y tengo 85 de pecho 56 de cintura y 90 de cadera. Sí estoy muy bien. Pero a lo que iba. Me levanté consternada, pero sobre todo excitada. El mulato me había puesto muy cachonda. Estaba mojada y no me daba la gana de masturbarme otra noche más. Ahora mi tío estaba en la cama con el mulato y yo sola derritiendome de deseo en mi cama.
Abrí la puerta con sigilo. Estaban dormidos y como me esperaba desnudos, me adelante hasta estar a la altura de la cama. Noté que mis pezones se erizaban descontrolados, y bajé mi mano, retirando suavemente la sábana que los cubría. Me asombré al ver la enorme polla del mulato, estaba flácida pero aún así su tamaño y grosor era descomunal. A mi tío se la había visto otros veranos que había ido a visitarle, en la ducha. No pude evitar empezar a tocarme, delante de mí estaban aquellos dos hombres maravillosos y yo esperando que fuesen vida. Una chiquilla como ...
... yo desesperada por follarme a mi tío desde hacía tanto tiempo y ahora se follaba o le follaba aquel enorme mulato. Me sorprendí al abrir los ojos, el mulato se había despertado y me miraba con una leve sonrisa en su cara. Me quedé avergonzada y salí corriendo del cuarto. Con lo decidida que estaba a la hora de la verdad me cortaba. Me sentía como una niña, bueno la verdad es que aún lo era. Pero solo dos minutos después mi tio entraba en la habitación. Comenzó a hablarme, diciéndome que era algo normal mi interés por el sexo. Mientras me hablaba mi tío me acariciaba el pelo dulcemente y yo consternada porque lo que estaba consiguiendo era ponerme aún más cachonda. Al poco entró el mulato totalmente desnudo, me quedé sorprendida mirando a mi tío, pero a este le pareció algo normal. El mulato se sentó al otro lado de la cama y comenzó a acariciarme sin mediar palabra mis tetas. Mi tío se quedó en silencio acariciando mi cara y se acercó lentamente para tranquilizarme hasta que su boca encontró la mia. Como si estuviese poseída desde mi interior por el deseo me dejé llevar, lo deseaba. El mulato me pellizcó con fuerza mis duros pezones y me estremecí de placer. Mi tío comenzó a desnudarme lentamente, al poco tiempo estaba sin el camisón y en medio de aquellos dos hombres, me devoraban, mientras uno me comía mi encharcado coño el otro me mordía las tetas, me metía su lengua en mi boca y me tiraba del pelo. Se fueron intercambiando de manera alocada y yo tuve un orgasmo que hizo ...