Sexo en el departamento del instituto
Fecha: 21/09/2020,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Desde hace tiempo estoy deseando contar mi historia, ya he escrito varias pero bajo el seudónimo de Lucy, pero hace mucho que no escribo ninguna, espero que os resulte tan morbosa y caliente como lo fue para mi.
Soy maestra pero al ser interina trabajo en un instituto con niños de compensatoria. He conocido a muchos compañeros pero entre ellos hay uno cuyos ojos me traen loca. No es que sea el típico tío con cuerpazo, pero no sé por que a las mujeres nos encanta, yo creo que son los ojos que los tiene preciosos. Además eso de ser cuarentón y yo tener 27, pues lo hace más interesante.
Siempre hemos hablado y nos hemos llevado como buenos compañeros, pero fue en una comida del instituto donde surgió esta historia.
Durante toda la comida (que por cierto fue en la sala de profesores del mismo instituto) estuvimos hablando tan natural, hasta que llegó el momento de las copas, y que bendito momento; empezamos con el tonteo, hablando, comentando… hasta que los cubatas empezaron a hacer sus efectos. Yo no había bebido mucho así que sabía muy bien lo que hacía y me alegro por ello porque de esa forma puedo acordarme de todos y cada uno de los detalles de aquel momento.
Faltan bebidas – comentó uno de los compañeros.
Voy yo – dije, pues era la que en mejores condiciones me encontraba.
Te acompaño – me dijo Luis, que era mi chico de los ojos azules.
Ok, encantada.
Así que nos dispusimos a salir. Al llegar a la puerta, antes de salir a la calle y viendo que no ...
... estábamos a la vista me sorprendió Luis con un tremendo empujón que me puso de espaldas a la pared y me empezó a besar como si en ese momento se fuera a acabar el mundo. No puede evitar seguirle y empezamos a magrearnos sin dejar libre ni un rincón de nuestro cuerpo. Su pene erecto rozaba mi entrepierna y eso me excitaba más aún. Sus manos se disputaban mis tetas, mi culo, mis muslos por debajo de mi minifalda… era muy rápido todo y queríamos devorarnos como dos leones, pero sabíamos que nos estaban esperando con las bebidas, así que fuimos al lugar más cercano que encontramos y las llevamos al insti. No nos dijimos una palabra en todo el camino, pero con las miradas lo decíamos todo, queríamos más y más.
Llegamos con las bebidas y estuvimos un rato hablando con el resto de amigos, no dejábamos de mirarnos, hasta que me cansé y decidí actuar; cuando observé que me miraba le hice una señal de que me iba para fuera, él ya sabía que debía salir en unos minutos para no resultar sospechoso, y le esperé en la puerta.
Salió a los dos minutos y me siguió, yo iba a dos metros por delante de él, sabía que no dejaba de mirarme el culo así que no dejaba de contonearme, sabiendo que me iba a desear más por cada momento que pasaba, no sabía donde nos dirigíamos, pero yo se, lo tenía muy claro, quería que me follara en su departamento, entre libros, apuntes, carpetas… ya lo había experimentado alguna vez y me daba mucho morbo; también el saber que nos podían pillar me ponía como una ...