1. El diablo entra a mi casa todas las mañanas


    Fecha: 24/09/2020, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Crecí en el seno de una familia religoisa en extremo, tal fue el caso que me casé con el pastor dela congregación a la que asistía toda mi familia, tenía 20 años cuando mis padres aceptaron al que sería mi esposo, él de 36 años, obviamente no tuve novios, mi marido fue el primero y el único, de extremadas costumbres religiosas mi vida sexual fue unicamente para procrear a mi hijo ya que mi esposo decía que todo lo sexual era pecado, cosa que mis padres también a mi me habían inculcado.
    
    Por custiones de la congergación, mi marido tenía que ausentarse por largos períodos de tiempo dejandome sola con mi hijo, y fue cuando lo conocí, Julio era uno de los jovenes que se reunían en la esquina del barrio, se decía que era un joven sin oficio ni beneficio, pero era tan guapo que mas de una niña andaba tras de él, tendría unos 20 años y yo 38 cuando sucedió lo que relato,cuando pasaba por donde él se encontraba siempre recibía por parte de él piropos a pesar de saberme casada, eso a mí me halagaba pero debía darme mi lugar, esa mañana regresaba del mercado cuando él me alcanzó y se ofreció a ayudarme con mis bolsas, a lo que me negué, pero él insistió, durante el trayecto a mi edificio no paro de verme toda, cosa que me puso nerviosa, cuando llegamos me dijo que estaba a mis ordenes para lo que se me ofreciera, todo el día estuve pensando en él, tal vez por las ausencias de mi marido o porque en verdad ese chico me atraía de sobremanera. en que salí en la tarde-noche a comprar pan ...
    ... él volvió a acercarse a mí y me acompañó a casa de nuevo, solo que esta vez al llegar a la entrada del edificio intespestivamente me tomo de la cintura y me beso en la boca, no supe que hacer, cuando me dí cuenta el muy malvado ya me había besado en la boca,trate de retirarme rapidamente pero el no me soltaba de la cintura hasta que logre zafarme y salir huyendo de él, estaba sola y toda la noche volví a pensar en él, estos pensamientos me confundían ya que yo era una mujer casada y decente y con esa confusión me dormí.
    
    Cierto día que me encontraba sola, para variar, le pedí que me ayudara a meter una cubeta de pintura que me habían traido y él lo hizo, eran las 10 de la mañana y mi hijo se encontraba en la escuela y mi marido de viaje, no hubo necesidad de palabras, dentro de mi casa él me tomo de la cintura y me volvió a besar, yo me dejé hacer, lo deseaba, cuando él me quito mi vestido que hacía las veces de bata de dormir y me vió casi desnuda, solo con pantaletas y brasier, por cierto, ropa nada incitante, ya que usaba ropa interior decente supervisada por mi marido, con los ojos cerrados dejé que él me quitara las ultimas prendas para quedar desnuda completamente ante él, me besó todo el cuerpo, me tocó a su antojo y me hizo el amor como nadie me lo había hecho, me lo hizo en la sala, en la cocina, en todos lados de mi casa fuí suya, con él supe lo que era el amor oral, él me estreno por atrás a pesar del dolor que sentí y de romper con todos los conceptos del bien y ...
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