LA CLAVADA - Relatos Eróticos

LA CLAVADA

... provoco un placer que mi polla empezó a palpitar como un consolador, ella no paraba de mojarme y de gemir, perdí el tiempo, no os puedo decir que en esa postura si estuve más de quince o más hasta que ella pego un salto poniéndose de pie mirando me , joder otra vez con esa mirada de asesina que acojona, cualquiera se movía, vamos que ni moví las pestañas. A si se tiro varios minutos inmóvil delante mía y mirando la polla, se puso de rodilla y garrándome la verga con una mano y apretándola bien fuerte, levanto la vista y me dice… esta es la polla que sin previo aviso se ha colado en mis entrañas?... si le dije acojonado porque no sabía que iba hacer me. Pues necesita un escarmiento, termina esas palabras se la introdujo en la boca,… pero coño como la chupa ¡¡¡ y yo pensado que es lesbiana. Irene perdió la cabeza, me la comía como si fura que no la volviera a ver, yo no pude más y me vine en su boca, ella subió por mi pecho dejando resto de la leche hasta llegar a mi boca e introduciéndome su saliva mezclado de espermas, seguidamente bajo a mordíscame los pezones y volvió a comerme el pene y consiguiendo ponérmela dura, dio otro salto de lo suyo, subiéndose al sofá y ...

... posicionándose a cuatro pata, girándome le empecé mordisqueando ese lindo culito, lamiendo su coño y el ojete. Irene no paraba de gemir sobre todo cuando mi lengua se le introducía en el ano., por favor métemela, no para de repetí una y otra vez, yo no sabía por cual agujero penétrale. Por fin me puse en posición le introducirle la polla por el coño, agarrándole por los pelo le bombeaba bien fuerte, ella grita bien fuerte de placer, cada vez que se la sacaba chorreaba como unas catarata. Nuca he visto una mujer mojar tanto como esta hasta, creo que alguna vece es que se meaba. Cambiamos de posición, poniéndose ella arriba, metiéndose la verga en el coño empezó dar bote como loca, uno de esto bote la polla se salió, cuando ella bajaba esta se introdujo por el culo, se le coló sin anestesia ni na. Otra parada en el tiempo, es tuvimos más tres minuto sin movernos, Irene mirándome con esa carita de asesina me dice… Que pasa con el cabrón de tu polla, todavía no ha prendido pedir permiso, pues se va enterar. Con la misma ella empezó a bombear hasta que do rendida en el sofá.Por fin elimine una de sus reglas, me queda mucho trabajo para eliminar las otras.Os tendre al día.