le gusto a mi sobrino
Fecha: 26/09/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Joss2000, Fuente: SexoSinTabues
Hola a todos. El siguiente relato que les contaré es algo muy divertido y muy excitante que me pasó durante estás vacaciones. Y digo vacaciones porque tuve la oportunidad de que me visitara mi sobrino Luis. Ya en el relato anterior comenté sobre lo qué pasó entre nosotros durante una charla en videollamada. Se podría decir que esta vendría siendo una segunda parte. Si son nuevos, y quieren saber un poco más sobre el anterior relato, lean: “siendo una pervertida con mi sobrino por webcam”. Para los que no me conocen, soy una mujer blanca que a pesar de estar atravesando los 40, sigo cuidándome haciendo ejercicio los fines de semana para al menos tener un cuerpo mucho mejor que el de las mujeres de mi edad. Tengo trasero parado, pechos firmes, abdomen plano, y claro, se me notan las curvas aún. La verdad que me siento muy bien conmigo misma por no rendirme y disfrutar la vida como lo hago y con quien lo hago. En fin. Mi sobrino Luis, es un chico universitario de 19 años. Y aunque aún es joven, no lo parece. Otros pensarían que tiene como 23 o 34 años. No es feo. Puedo estar segura que tiene una que otra admiradora. Aunque no lo eh tratado mucho la extraordinaria confianza que tuvimos la ultima vez, me hizo entrar en acción rápidamente. Todo empezó cuando llegó un fin de semana. Fue por el mi hijo Jorge al aeropuerto, ya que el viene de Monterrey y viajar en autobús hacia el centro del país es pesado. Ambos llegaron. Yo estuve con mi hija Carolina poniendo la mesa cuando ...
... llegaron. - Ya llegamos!!!, avisaba mi hijo. Mi hija salió de la cocina a recibirlo. Yo estaba un poco nerviosa y algo apenada por nuestro momento en el chat. No tenía de otra, tenía que saludarlo. Salí de la cocina rumbo a la sala. - ¡Hola, Luis! - Tía, que tal!! Nos dimos un beso en la mejilla, claro, y un abrazo. - ¿Cómo has estado?, ¿el cuñado que dice? , ¿tú mamá como ah estado? - Bien tía, gracias. Los dos trabajando como siempre. Les mandan saludos. - Muchas gracias, en un rato le hablaré. - Claro. - Jorge instala a Luis en la recamara de huéspedes. Se acomodó mientras continué poniendo la mesa. Durante la comida platicamos. No dejaba de verme. No sabía si lo hacía a propósito o por curioso. Vestía una camisa Slim Fit semi ajustada que lo hacía lucir fresco y elegante. Al terminar los tres salieron y yo me quedé en la casa. Afortunadamente tuve descanso. Lavé los trastes y me senté en la sala mientras se secaban un poco. En ese lapso sonó mi celular. Mensaje de número desconocido. - Hola, preciosa. - ¿Quién eres? - Adivina. - No respondo de números desconocidos. - Te veías muy rica en la mesa. - ¿Luis? - Así es, chula. - ¿Quién te dio mi número? - Me lo dio mi mamá por si necesitara algo cuando llegara aquí. - Entiendo. - Oye. - Dime. - No sabes las ganotas que tengo de romperte ese culote que tienes. No pensé que empezara a estar de cachondo tan rápido. - Jaja no, no sabía. - Pues ahora que lo sabes. Ojalá y hoy tenga la oportunidad de comérmelo. - Jaja pues a ver si tienes ...