1. Hicimos un trío sin que ella lo supiera


    Fecha: 13/10/2017, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Judith es mi novia. Tiene 27 años, mide 1,70, no se puede decir que sea una belleza sino más bien que es bastante atractiva, no tiene un cuerpo espectacular pero tiene bastante buen tipo y, eso si, unos pechos preciosos y grandes.
    
    Llevaba ya mucho tiempo con la idea de hacer un trío ella y otro chico y alguna vez se lo había comentado, pero ella se negaba, no porque no le apeteciera o no le fuera a gustar, ya que a ella le encanta practicar el sexo y nunca tiene fin a la hora de querer disfrutarlo, sino porque tenía miedo de que pudiera afectar a nuestra relación. Yo tengo muy claro que una cosa es el sexo con amor, que es maravilloso, y otra cosa muy diferente es el sexo como fuente inagotable de placer físico y disfrute, una oportunidad que nos ofrece la naturaleza y que no hay que desperdiciar con convenciones sociales o tabúes.
    
    Yo sabía que a ella le gustaría, ya que siempre que veíamos en alguna película porno alguna escena de grupo ella se ponía muy caliente. Me imaginaba lo que disfrutaría ella una vez en la situación, el morbo que me daría a mi ver disfrutar a otro de ese cuerpo voluptuoso hecho para dar placer.
    
    Al final, como vi que no podía convencerla, me decidí por un plan alternativo. El plan era el siguiente: aprovechando que alguna vez hacíamos el amor con ella atada y con los ojos tapados (es una situación que nos gusta y nos excita a los dos), yo introduciría a alguien sin que ella se enterara. Había que hacerlo muy bien para que no fallara ...
    ... nada, ya que si en algún momento ella sospechaba algo se podría estropear todo.
    
    Lo primero que había que decidir era quien era la persona elegida. Puse un anuncio en Internet y tuve muchas ofertas, pero ninguna me acababa de convencer, ya que no conocía a la persona y tampoco tenía tiempo de ir conociéndolos, aparte que me resultaba una situación un poco embarazosa.
    
    Pense en un amigo mío de toda la vida, que en más de una ocasión me había comentado lo buena que estaba Judith (a él le encantaban las chicas con los pechos grandes, y Judith tiene unos pechos grandes y bonitos) y la envidia que le daba él que yo pudiera disfrutar de esos pechos. A mi también me gustaba su mujer, muy diferente a Judith (más alta y delgada, con los pechos no tan grandes pero también bonitos, no tan sensual pero muy guapa) y en alguna ocasión le había comentado que no me hubiera importado meterle un buen polvo. La relación era de mucha confianza, ya que los dos sabíamos que ninguno haría nada sin permiso del otro.
    
    Así que un día quedé con él, y después de tomar unas copas le propuse mi plan, aunque le dije que todavía no estaba decidido a hacerlo, que era sólo una idea. Se quedó un poco sorprendido, y me dijo que no sabía si se atrevería, aunque dijo que le gustaría disfrutar de Judith.
    
    Al día siguiente quedamos las dos parejas para ir al cine, y mientras ellas hacían cola para entrar nosotros fuimos a comprar las entradas. Carlos me empezó a comentar:
    
    "-Oye, de lo que me comentabas ...
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