Primera sesión
Fecha: 30/09/2020,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: HenryMiller, Fuente: CuentoRelatos
... al ritmo de mi mano. Creo que desde siempre disfruto más dando placer que recibiéndolo. Los pantys, empapados, aumentaban mi erección hasta lo insoportable. Se vino abrazándome con fuerza, con los pezones duros y erguidos y el carmín repartido entre su cara y la mía.
Recuperó el resuello y me miró. Sonrió satisfecha. “No pensé que fuese tan bueno”, acertó a decir. Me frotó la polla por encima del pantalón y me dijo: “Caramba, nene”. “Es gracias a ti”, respondí. Me dejé hacer. La frotaba y apretaba con fuerza, sin prisas, como me gusta. Seguíamos besándonos y mi mano jugaba con sus pechos. Metió la mano por dentro del pantalón y del bóxer. “Qué caliente está”, dijo. Me desabrochó el cinturón, bajó la cremallera y la sacó junto con los huevos. Volví a su sexo. Sabía cómo masturbar a un hombre. Volvió a excitarse mucho, como yo. Se agachó y empezó a comérmela, sin manos, engulléndola. Mis manos jugaban con su cuello y su pelo. La avisé de mi inminente orgasmo, pero siguió hasta que en pocos segundos me vine como un joven de veinte años. Tragó el semen y me la dejó impoluta, como si no hubiese pasado nada. La besé y me acuclillé entre sus muslos. Le comí el coño con mis manos bajo su culo. Se arqueaba, empujaba mi cabeza, temblaba… Y acabó en mi boca.
Habíamos perdido la noción del tiempo y del espacio. Nos recompusimos y salimos a una cafetería. Compartimos la experiencia y a ambos nos gustó, sobre todo, la naturalidad del hecho, la ausencia de remilgos, la suerte de que una cita a ciegas hubiese sido tan placentera, incluida la atracción física de ambos.
Nos separamos. Me giré para contemplarla andar en dirección contraria, con esas botas, esas piernas y ese magnífico culo, alejándose. Pocas veces me he sentido tan libre, le dije antes de separarnos, y ella me lo confirmó.
Una aventura, una fantasía cumplida, una hora de morbo y sexo con ganas y deseo… Una delicia.