1. Incienso quemado


    Fecha: 09/10/2020, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... el ano dilataba, Iliana penetró en él con uno, dos, tres dedos, provocando los primeros gemidos en el hombre, cuya boca seguía saturada por el sintético miembro.
    
    -¡Eh! –Exclamó Susana- Parece que a nuestro hombrecito empieza a gustarle el tratamiento.
    
    -Pues habrá que doblar la dosis – replicó Iliana cogiendo con la mano su erguido y brillante pene para situarlo a la entrada del esfínter del hombre. Cuando el empapado glande comenzó a traspasar la carnosa abertura, el gesto de Monseñor pareció recuperar cierta energía, mostrando sus ojos un conato de oposición incapaz de ser articulado en palabras a causa del colorista falo que colmataba su boca abultándole los carrillos.
    
    El fuste hinchado de sangre de Iliana penetró lentamente el recto del impotente sacerdote, hasta que sus contraídos testículos chocaron contra el glandulado anillo del ano. Entonces inició el balanceo de sus anchas caderas, atrás y adelante, acelerando progresivamente el ritmo de sus acometidas.
    
    -¡Eso es! –Exclamó Benito excitado y divertido a partes iguales- ¡Dale lo suyo a ese engreído! ¡Métesela hasta el fondo, que seguro que le encanta!
    
    Como si quisiera darle la razón, la empalada figura de la pantalla profirió un suave gemido, acompañado de un gesto que parecía bascular entre el placer y la estupefacción al constatar tal sentimiento.
    
    -¡No te lo vas a creer! –Exclamó entonces la sodomizadora- ¡El muy guarro se ha corrido!
    
    Con una carcajada compartida por Susana extrajo su miembro del ...
    ... dilatado ano y se situó junto a su rubia compañera.
    
    -No va a ser él el único en divertirse, ¿verdad? Habrá que completar el tratamiento.
    
    Con una sonrisa Susana soltó el arnés de sus caderas dejando el consolador dentro de la boca de Monseñor y plantó un lascivo beso en los labios de Iliana, agarrando con delicadeza su pene, mientras ésta comenzaba a acariciarle el hinchado clítoris. Situó el miembro a unos centímetros del rostro del hombre y lo masturbó hasta que la explosión de semen embadurnó toda su cara.
    
    A continuación, mientras Iliana apuraba su eyaculación restregando el glande contra el rostro del religioso, Susana se apartó y cogió la cámara para aproximarla a Monseñor, logrando un primer plano de su faz cruzada por una sonrisa estúpida y pringada de goteante semen.
    
    -Sonría, Eminencia.
    
    -¡Bravo! –Exclamó Benito en plena carcajada- ¡Una auténtica obra de arte! Lo admito: me ha puesto cachondo… Y a ti también, Paolo, que menuda tienda de campaña tienes en la sotana.
    
    -¡Ejem…! -carraspeó el aludido ocultando con la mano una sonrisa- En fin. La cuestión ahora es ver como arreglamos este desaguisado. Difícil solución le veo, sobre todo para Antonio… Parece que ciertas personas van a lograr al fin deshacerse de un poderoso obstáculo en su acceso al control de la Conferencia –afirmó lanzando una mirada de complicidad que Benito recibió con beatífico gesto-.
    
    Cuando ambos hombres dieron por finalizada la reunión, Fernando, el secretario, acompañó al italiano ...