1. La apuesta con mi suegra


    Fecha: 10/10/2020, Categorías: Tabú Sexo con Maduras Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    Cuando conocí a mi suegra, no me gustó para nada y no me refiero al físico, sino a su forma de ser, demasiado vulgar para mi gusto. De mal vestir, siempre fumando, con bromas en doble sentido todo el rato y malas palabras en toda su conversación, pero en fin, se dice que los parientes no se eligen. Debe haber tenido unos 38 años la primera vez que la vi, madre soltera, cuando en un romance de colegio conocí a su hija de mi misma edad 17 años, (hija única) , la que me invitó a su casa y me la presentó. Físicamente era la típica suegra, baja de estatura, algo gordita, bastante culona y tetona, pero fea. Anduvimos muchos años con mi novia, separaciones de algunos meses, peleas, etc. pero siempre terminábamos juntos hasta que cumpliendo los 30años, nos fuimos a vivir juntos. Sin embargo, no alcanzamos a vivir ni un año solos, y nos tuvimos que ir a vivir con su madre. La verdad nunca me complicó vivir ahí, ya que con el tiempo, aprendí a comprender, aceptar a esa mujer y porque no decirlo, hasta quererla. Mi suegra, madre soltera y completamente independiente, muy esforzada, nunca se metió en nuestros asuntos, solo se preocupaba de que aportáramos para la casa y de ahí, nada más. Cualquier pelea o discusión con su hija, ella se mantenía al margen. Tenía un puesto en la feria y hacia aseo en algunas casas, dándole lo justo para subsistir, por lo mismo, a ella también le favorecía que viviéramos con ella. Mi novia era enfermera, trabajaba en el hospital y yo administrativo en ...
    ... una empresa de electricidad, por lo que juntando los 3 sueldos, nos alcanzaba para vivir más o menos cómodos, sin grandes lujos, pero bien. Una de las cosas que compartíamos con mi suegra, y que le cargaba a mi mujer, era el fanatismo por el fútbol, claro que de equipos rivales. Cuando jugaban nuestros equipos, nos preparábamos para el encuentro, bastantes cervezas, cenicero, ya que ambos fumábamos mucho y sentados uno al lado del otro, no nos perdíamos los partidos. Mi mujer odiaba el fútbol y si no estaba trabajando, salía a casa de alguna amiga, dejándonos solos, ya que no la tomábamos en cuenta y la casa se llenaba de gritos. Una tarde, ambos solos en la casa, mirando un partido de nuestros respectivos equipos, mi mujer en su trabajo, mientras nosotros bebiendo cervezas y fumando, una cosa llevó a la otro y surgió una pequeña apuesta con mi suegra. El trato era que yo tendría que lavar los platos durante una semana, cosa que me cargaba, si mi equipo perdía, mientras que si ella perdía, tendría que asistir a misa con la camiseta de mi equipo. En un partido muy tenso, mi equipo término perdiendo 1 a cero. Mi suegra, se burlo de mí hasta que se cansó. Teniendo plena fe en mi equipo, aumente la apuesta diciendo que estaba seguro de mi triunfo y que si yo perdía, lavaría los platos por un mes. Ahora si ganaba, la apuesta sería que ella tendría que andar toda una semana con la camiseta de mi equipo. La apuesta quedó establecida y se nos vino encima el segundo tiempo. Mi equipo ...
«1234...»