La Esposa de mi Primo
Fecha: 13/10/2020,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
LA ESPOSA DE MI PRIMO
Hace algún tiempo vino a radicar a esta ciudad de México mi primo, hijo de un hermano de mi madre, buscando una mejoría económica y profesional en el ramo de la música, al poco tiempo trabajaba con una orquesta de cierto prestigio y a través de un compañero de esa agrupación conoció a Lupita a quien hizo su novia y actualmente su esposa, es una chica morenita de mi misma edad, 25 años, no muy bonita de su rostro pero con un cuerpazo excepcionalmente sabroso, que se encargaba de resaltar vistiendo ropa de moda muy ceñida y reducida.
La verdad desde que la conocí me gustó mucho y se me despertaban los instintos eróticos con ella, mi primo colaboraba a ello al platicarme con lujo de detalle como se la cachondeaba, la manoseaba dentro del auto y le quitaba las pantaletas para dedearla mientras ella le mamaba la verga, incluso me llegó a mostrar varias veces las sensuales pantaletitas que Lupita dejaba en el auto después de cada cachondiza, incluso en una ocasión me quedé con una de esas diminutas pantaletitas y que aun conservo, tal vez no pensaba en ese entonces casarse con ella, pero con todo eso fue convirtiéndose, al igual que mis hermanas, en mi fantasía erótica mas deseada, mis hermanas también colaboraron para aumentar mis deseos sexuales por Lupita al escucharles comentar en una ocasión que Guadalupe cuando usaba pantimedias acostumbraba a no ponerse pantaletas. Detalle que después pude comprobar, aunque en la realidad la respetaba como novia ...
... de mi primo y posteriormente como su esposa.
Sin embargo, ya casados, en múltiples ocasiones llegué a masturbarme con sus pantaletas sucias, ya que acostumbraba visitar su casa, que se ubicaba a menos de una calle de donde vivo con mis padres y hermanas, teniendo la oportunidad de entrar a su baño y ahí tomaba sus atrevidas y diminutas pantaletitas para olfatearlas, besarlas y frotarme el pene con ellas imaginando que estaba gozando del cuerpo de Lupita hasta venirme en ardiente eyaculación, tal como lo hago desde hace años con los sensuales calzoncitos de mis hermanas, incluso cuando las pantaletitas de Lupita eran extremadamente excitantes, como la mayoría de las que acostumbra usar, me las llevaba a mi casa para masturbarme con ellas durante la noche y al día siguiente las devolvía y me llevaba las que se acababa de quitar ese día.
A mi primo como buen músico le gusta el trago y muy seguido me invitaba a su casa a tomar alguna botella de licor, cosa que aceptaba encantado ya que aprovechaba para disfrutar admirando el escultural cuerpo de su esposa que aun vestida me provocaba tremendas erecciones, con las faldas y vestidos tan minúsculos, y pantalones embarrados al cuerpo que acostumbra usar, me mantenía en un estado de calentura permanente, me sentaba frente a ellos y podía admirar sus excelentes muslos y entre ellos sus microscópicas pantaletas que no alcanzaban a cubrir en su totalidad su abundante vello pubico independientemente de que mucha de su ropa interior ...