MI TIA - Relatos Eróticos

MI TIA

Mi padre, se la follaba, que a mi me tenía dias y dias caliente, a pajas, la manejaba, la nalgueaba, la follaba, le hacia comer su polla, la culeába pero una vez mi padre se corría, nunca habia un segundo eso si aguantaba muchisimo, que le hacia a ella correrse al menos un par de veces, a mi cuando mas me excitaba era cuando la colocaba en pompa y si yo tenia una posición que la veia en pompa con ese culo, me corría de gusto, pronto, escondido tras los matorrales, más de dos años, duró aquello, hasta que sin previo aviso dejaron de verse, por la situación en casa, no era que mi madre supiera nada. En ese tiempo yo ya tenía 20 años recien cumplidos, algunas "muescas" de mi polla con ligues, pero cada vez mas quería ver a mi tia follar de nuevo, escuchar aquellos gritos aquellos jadeos moverse como se movía, metida totalmente en el sexo, ver aquel culazo marcado por las manos de mi padre (lo intenté yo con alguna amiga y no me lo consintió). Mi tia pasa mucho tiempo sola, sobretodo en casa, yo llevaba tiempo dándole vueltas a una idea, descabellada si fuera de otra forma, pero, factible para mis pensamientos, yo nunca los había delatado, sabia a ciencia cierta que ya mi padre no la veía, si me ofrecía a ella, lo mas que podría decirme era no, pero nunca me delataría por haberme insinuado a ella. Mido 1,73 peso 76 kilos, fuerte, con una polla de 21 centimetros, gordota, mi tía, vive en otro barrio de nuestra ciudad a 25 minutos en autobus, estaba sopesando eso desde hacía ya ...

... meses, cuando mi madre misma me dió la coartada perfecta, llevarle un micro-ondas, que a ella se le habia estropeado el suyo, nosotros teníamos uno antiguo pero que funcionaba, era un viernes, yo me vestí para después irme con mis amigos ya desde allí, subí al autobus, sobre las 9 de la noche, solo pensaba si estaba mi tio o estaba trabajando, pues pasa dias trabajando fuera de la ciudad y si estaba sola pensé mil formas de decirlo, pero todas despues me parecian ridiculas, si muy excitantes pero ridiculas. Llegué a su barrio, llovía, pues era invierno, corrí en mi chaquetón y la volumiinosa caja hasta su casa, es un adosado, llegué a la puerta, llamé, ella me abrió entré, estaba el chaquetón empapado, ella iba con una falda y blusa, me saqué el chaquetón, sacamos en la cocina el micro-ondas lo colocamos, lo probamos, ella me dijo que esperara a que dejara de llover, al menos menos, el autobus pasaría en una hora. Yo iba en vaqueros, húmedo, camisa y el chaquetón ahora fuera, ella estaba en una salita pequeña viendo la tele me senté con ella en el sofá de dos plazas, le pregunté por mi tio me dijo que hasta el domingo no volvía, pero yo era incapaz de "entrarle", cada vez menos, ahora ante ella todo me parecía una locura, pero a la vez mi polla estaba "empinada" palote, nada mas sentarme en el sofá imaginando cuantas veces la vi, "montada" por mi padre o a veces dandole algunos azotes, ella en pompa y mi padre detrás. Lo que yo no sabía en esos momentos era que mi tia estaba mas ...