Pagando mis deudas con mi hija
Fecha: 16/10/2020,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Soy casado, de 45 años, tengo dos hijas, una de 17 y otra de 20 añitos, mayormente ellas se quedan conmigo ya que mi esposa para de viaje por motivo de trabajo. Mi hija de 17 años, se llama Valeria, es una chiquilla alta, tiene un cuerpo muy bonito, con unas caderas anchitas, al igual que sus piernas, es de piel clarita como su madre, cabello risado igual que el mío, y unas tetas grandecitas, es totalmente preciosa, mayormente tengo que estar cuidandola, ya que hay varios merodeando mi puerta para verla o intentar iniciar una conversación con ella, pero ya se con que fines. Mi otro hija, se llama Mónica, tiene 20 añitos, es igual de hermosa como Valeria, su cinturita es más trabajada, más fitnes, ya que para ejercitándose en el gym, y gracias a eso tiene un hermoso trasero, y unas piernotas espectaculares, al igual que Valeria, Mónica tiene unas tetas bien grandecitas y hermosas, son mis hijas, pero es imposible no ver esos cuerpecitos espectaculares. Tiempo atras , me empreste dinero de un tipo, era un conocido mío, pero aún así, un amigo mío del trabajo me avaló, ya que también era conocido de el, me prestó 6000 dólares, pero por cosas del destino no pude pagarlo en el tiempo acordado, el prestamista a cada momento me iba a buscar en mi trabajo, pero era en vano, ya que la producción de mi fábrica y las ventas habían disminuido considerablemente. Mi amigo, que fue mi aval, me llamaba a cada rato, por qué aquel tipo también le reclamaba a el, por la deuda , yo avergonzado, ...
... solo le pedía que me dea un tiempito, pero los intereses crecían. Aquel prestamista de unos 50 años, se notaba que era adinerado, su hobby era dar préstamos, y cobrar como un pasatiempo,ya que me imagino que se aburriría en su mansión,yo anhelaba que me perdone la deuda, ya que el tenía suficiente dinero, como el mismo lo decia, pero era obvio q solo era una ilusión mía. Un día llegan mis dos hijas a mi fábrica, a visitarme como siempre, las dos por ser jovencitas, llegaron con unos shorts bien cortitos, esos que están de moda, son tan chicos, se se les puede ver las nalgas, era imposible que mis trabajadores no se las queden mirando mientras yo no me daba cuenta,más aún que esos escotes enseñaban esas hermosas tetas, deleitando las miradas de los hombres de mi fábrica. Después de una hora, llega el prestamista, en su lujosa camioneta, y me encuentra a mí con mis hijas en mi oficina, aquel tipo se le caía la baba de ver esas hermosuras sentadas frente a mi escritorio, pensaba que eran unas putitas que habían venido a dar sus servicios por su forma de vestir. Me puse de pie y le presente A mis hijas, aquel tipo con mirada lujuriosa no despegaba la mirada de los senos semidesnudos de mi Mónica,se notaba que al verlas se puso cachondo, tanto así que más puso atención a ellas que a mí, y eso ps me convenía, ya que se estaba olvidando de cobrarme, pero mi suerte no duro mucho, y me dió a entender que llegó por su encargo. Yo avergonzado, le dije que para la otra semana le daré un ...