Le confieso a mi novio mi primer trio
Fecha: 17/10/2020,
Categorías:
Intercambios
Autor: mimadaa, Fuente: SexoSinTabues
... platicábamos a veces y el me hacía creer que confiaba en mí, que era especial y a mí me gustaba creerlo. Pero bueno, yo vivía lejos y así pasó el tiempo. Así que al enterarse que yo estaba en el Puerto, por supuesto que no perdía la oportunidad de buscarme, me invitó a comer al restaurante más caro que ha habido en el Puerto, estaba en el lobby de un Hotel que es legendario en la ciudad, recuerdo perfecto aquel lugar, era un despliegue de arte moderno que me tenía extasiada. Aunque a mí ni los lugares caros, ni los regalos, ni nada de eso me impresiona porque si los quiero puedo pagarlos, el encontrar una caja de rosas impactante al centro de la mesa con una tarjeta que decía ¡BIENVENIDA! Definitivamente me estremeció. Así comenzó la tarde y nos dio la noche platicando, yo prácticamente no bebo alcohol pero amo el vino tinto, disfruto de una buena copa, pero hasta esas alturas ya llevaba dos, cuando nos íbamos me costó tenerme en pie por los zapatos tan altos que llevaba y mi vestido corto y pegadito lo dificultaba aún más y aunque no perdí jamás la compostura, Xavier se percató – Vamos – me dijo. Como siempre ya lo tenía todo planeado, subimos al elevador que nos llevó al último piso, donde una master suite de verdad lujosa nos esperaba, yo aventé los zapatos por ahí y prácticamente corrí hacía la cama, sólo quería acostarme, pero apenas lo hice, sentí encima de mí el enorme y atlético cuerpo de Xavier que me aplastaba, comenzó a besarme con locura y desesperación y yo ...
... definitivamente le respondí, inmediatamente me metió la mano pasándome el dorso por la panochita y percatándose de que estaba escurriendo, ¡Mmmmmm! Aún lo recuerdo me comenzó a sobar bien rico la panocha, una cosa deliciosa, era un experto, lo hacía mientras me besaba hasta casi ahogarme. De pronto comenzó a bajarme el vestido con desesperación y casi de inmediato me arranco el brasier strapless y me rompió la tanga. Se fue lamiendo cada rincón de mí desde la boca, haciéndome disfrutar como loca, me manoseaba con uno verdadero hijo de puta y siempre me tuvo dos dedos metidos en la panocha, haciéndome revolcar en la cama, hasta que llegó el glorioso momento en el que me sacó los dedos y me clavo toda la boca en la pepa, ¡Aaaag! Que delicia, me mamaba exquisito, un verdadero experto, me succionaba delicioso con una fuerza salvaje, queriéndose tomar hasta la útlima gota de mis líquidos, todo eso mientras me tenía bien abierta de patas, me las tenía restiradas con las manos provocándome un dolor tan rico que sentía una desesperación y una calentura que quería que en ese momento me cogiera todo el hotel. Pero cuando pensé que no podía haber nada más rico que eso, sentí como una boca comenzaba a mamarme las tetas, primero suavemente y luego sintonizándose con la rudeza de Xavier que me estaba mamando delicioso. Me decidí a abrir los ojos y me di cuenta que era Elsa, una vieja que decían que siempre había sido amante de Xavier, con un cuerpazo, operada sí, pero bien buena. Unas tetas ...