VACACIONES
Fecha: 18/10/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues
... trataba de reprimir las imágenes pero era casi imposible. Por la tarde fuimos al mar, nos acomodamos cerca del agua, la arena estaba caliente, clavé la sombrilla y me senté a observar el paisaje, mi esposa pareció olvidarse de mí, se puso a escuchar música y a leer esas revistas de chimentos que tanto atrapan a las mujeres. Había pasado una hora, ya estaba un tanto molesto cuando ella llegó y paró a un metro de donde nosotros estábamos, era perfecta, un pareo anudado en el pecho cubría su cuerpo, acomodó una lona para tomar sol, sacó la arena y cuando llegó el momento sentí morirme, al sacar ese pareo y ver su cuerpo en traje de baño, sus grandes pechos estaban ocultos en un sostén amarillo que con esfuerzo lo mantenían en su lugar, su tanga era tan pequeña que nada quedaba a la imaginación, sus nalgas eran mejores de lo que pensaba, su cintura era increíblemente pequeña. No dejaba de mirarla con cara de bobo, al punto que ella notándolo sonrió y me saludó con una mano, me sentí tan estúpido, de hecho ella se dirigía a mí como ‘señor’… Por el otro lado ahora Margarita dormía plácidamente por lo que decidí meterme un rato al agua, por cierto estaba demasiado fría, y vaya casualidad Noelia -ese era su nombre- al poco tiempo estaba cerca de mí Otra vez solo me quedé mirándola, como si solo nosotros dos estuviéramos en ese lugar en ese momento, el agua fría había mojado su busto, sus pezones duros por la temperatura marcaban la tela que al mojarse se había transparentado ...
... bastante, cada ola parecía querer arrancarle el sostén y yo no quería perderme el momento, cosa que nunca sucedió. Sin embargo una ola pudo más que ella y la arrastró con fuerza tirándola justo donde yo estaba, y fue ella que al rodar incontrolada, manoteó sin querer mi traje de baño más allá de lo lógico. Se levantó incómoda, sonrojada, y me pidió disculpas en todos los idiomas, hasta que solo me reí de la situación, ella más tranquila me acompañó en el momento. Casi salimos al mismo tiempo, mi esposa continuaba durmiendo, tirada como una morsa, así que yo me recosté de lado en la sombra, mirando hacia donde ella estaba, Noelia se puso arrodillada apoyando su cola en sus tobillos, en un perfecto primer plano hacia donde yo estaba, era pura inocencia? no creo… Tranquilamente se pasaba un peine por su cabello una y otra vez, mientras yo sufría una tremenda erección por su culpa, las gotas de agua salada minaban como perlas su hermosa piel bronceada, su culo era impresionante y no podía sacar los ojos de él, apenas cubierto por un minúsculo traje triangular que se afinaba al meterse en su intimidad, al punto que podía ver con claridad el gran círculo de su anillo marrón apenas atravesado por la tela. Estaba en lo mejor de mi show privado cuando la mano de mi esposa me tomó por el hombro y sentí su voz pidiendo que le pusiera bronceador, maldije el momento. La semana pasó volando, pero a partir de ese primer encuentro en el mar brilló una lucecita de esperanza. La última mañana antes de ...