Obsena situacion...
Fecha: 15/10/2017,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: marianella, Fuente: RelatosEróticos
... le toco el turno yo inmediatamente estalle en orgasmos, que fueron producto mas de la emoción que de la sensación, porque estaba predispuesta a gozarla.
Así que para gozarla mejor, cambie de posición y lo puse boca arriba, mi esposo y el otro me ayudaron, a montarme y en cuanto pude yo poner en posición aquel enorme mástil, dejaron caer mi cuerpo, no obstante el chico no dejo de mordisquear mis pezones para darme ese festín que tanto me gusta. Mi esposo beso mi cuello para estar cerca de lo que vendría.
Lo que vino fue una verdadera locura de goce, porque fui aflojando mi cuerpo en caída para recibir aquella petulante y enorme polla, que me abría a un mundo de sensaciones tan placenteras y lujuriosas que grite contorneándome temblorosamente. Y de allí, ya con todo aquello adentro, comencé un suave cabalgueo que supe compartir besando putonamente a mi esposo, mientras este me decía cosas chanchitas sobre lo que estábamos haciendo. El me besaba y yo jadeaba, mientras subía y bajaba sobre el pollon de su sobrino…. Y el no solo me besaba, sino que metía sus dedos en mi culito, dándome esa sensación de doble que el decía era buena y aun no habíamos probado.
Probado hasta ese instante porque me inclino, y el otro ...
... chico busco posición otra vez en lo que había estado buscando allá cuando estábamos en la mesa….. mi culito.
Esta vez no le negué recibimiento y bien incrustada en la otra, le fui dando cabida, y dirigiendo sus movimientos para que todo fuera fatalmente introducido….. porque fue fatal el goce que comencé a sentir, con aquellas dos pijas dentro…. Y ya no sabia como era que no había gozado eso antes, porque explote en un mundo multiorgasmico. Lo de fatal es porque desde allí, quede quemada con la idea de no dejar de hacerlo nunca mas.
Goce como una perra, como yegua, como cabrita, como coneja insaciable, como la mujer del marido mas inteligente y amoroso que hay en esta tierra, y así se lo hice saber chapándosela con agradecimiento, así es que tuve tres pijas dentro de mi….. y se la chupe hasta que me lleno de caliente lechita. Lechita que tuve también de sus sobrinos que acabaron furiosamente.
Increíble, pero fueron ellos los que debieron parar, porque yo, no hubiera detenido nunca esa situación que tanto me ha dejado marcada. Muy marcada. Porque ahora estoy siempre esperando que mi esposo me prepare esos regalitos tan jugosos.
Es tan “lógico y natural” querer gozar tres machitos a la vez, que los deseo siempre.