me meti en su habitacion - Relatos Eróticos

me meti en su habitacion

... saboreando la esencia en sus labios me miro, mientras encendía la luz de su habitación. Eres tu verdad—dijo mientras me miraba detenidamente.Si – respondí tratando de levantarme sujetándome del dosel de su camaQue haces?—pregunto arrojándome una mirada furiosa teñida a piscas por la lujuria que habían provocado mis caricias –pensé en cumplir tu fantasía— dije tratando de parecer calmado.Estas loco— dijo tirándose en la cama, mientras no hacia esfuerzo alguno por cubrir su cuerpo.Ya de pie me senté nuevamente a su lado— y te gusto despertar desnuda y manoseada?— le dije inclinándome sobre ella buscando su mirada mientras tentaba sus pechos a centímetros de la piel sin animarme a tocarlos.Ella dudó un momento, mientras miraba mi cara de arriba abajo, y susurró—casi me da un infarto pero fue excitante. Tenía tantas ganas de tocarla que llene mis manos con sus pechos en menos de un segundo, no pude detenerme cuando su espada se arqueo para recibir mi caricia levantando su cuerpo, y mis labios nuevamente se prendieron a los de ella esta ves era distinto, los labios que besaba me respondían, mordiendo los míos y acariciando con mi lengua cada arruga de ellos, para después separarse nuevamente. Ella movió sus caderas cediéndome espacio para que mis manos se colaran entre sus muslos mientras ella con una sonrisa picara me apretaba la mano entre estos, sujetándome antes de soltarme rápido.Yo me hundí en sus labios mientras acariciaba sus pechos y la besaba una y otra vez.Travieso— ...

... dijo después de que los besos le dieron espacio para respirarRápidamente me deshice de mi ropa y me acosté a su lado, su espalda se pegaba a mi pecho mientras mis manos acariciaban a la vez su vagina y sus pechos mojándose de ves en cuando con la tibia saliva de sus labios.Mi miembro rosaba la parte alta de su cadera engrosándose más y más al contacto con la piel rosadita y blanquecina de su espalda baja, ella entreabrió las piernas y me murmuro.Adelante—dijo Sandra, mientras las abría, y sin pensarlo metí mi dura y húmeda pija entre sus mulos rosados, rosando sus labios pasando a lo largo de la hirviente raja el largo de mi pija tiesa mientras ella se estremecía en mis brazos, dando pequeños movimientos de cadera mientras mi verga tiesa se restregaba en su raja.Ella comenzó a mover sus caderas, al mismo tiempo en que las sujete con fuerza temiendo que mis dedos se quedaran marcados en esa piel tan suave, y de golpe metí la pija que se vio envuelta por sus pliegues, que se contorsionaban a mi alrededor, empujando contra si moviendo y estrujando, mientras mis manos se llenaban con sus pechos, ella ahogó un grito, y un hilo de leves gemidos salió de su garganta, y para reducir el ruido que en realidad me excitaba, puse en su boca mi mano ,sentía su aliento empujando contra la piel de mi palma. Mientras ella gemía más y más fuerte yo besaba su cuello marcando con mis labios cada uno.Su aliento empujaba con más fuerza contra mis dedos, mientras ahogados gemidos nasales inundaban el ...